El Grupo Global Corporativo no es una estafa

En la edición del día lunes 11 de febrero, LR publicó un artículo titulado “Grupo Global, otra estafa con compra de facturas”. El diario realizó una investigación con las personas que afirmaban que habían sido estafados por esta empresa, sin embargo al tratar de corroborar la información no fue posible contactar a los representantes de la compañía.

Debido a este error de precisión, LR se permite aclarar la información publicada, toda vez que ninguna autoridad judicial se ha pronunciado con respecto a la investigación a Grupo Global Corporativo, GGC, razón por la cual este diario no puede afirmar que la entidad sea estafadora.

Al consultar a los representantes de la compañía, estos no solo ratifican que no son estafadores sino que son una compañía con una experiencia de 10 años y con más de 106 clientes satisfechos a los cuales se les ha cumplido a cabalidad.

Según Lina María Chavarro, asesora legal de GGC, “la compañía presta un servicio de compra, venta y administración de los flujos de recaudo de títulos valores con descuento en firme y con responsabilidad; representados en pagarés (libranzas) provenientes de Cooperativas de Crédito Multiactivas. Quiere decir esto, que la operación no es una Inversión sino una Compraventa de Libranzas al sector cooperativo”.

Asimismo, asegura que el caso puntual citado en la pasada edición, no es más que un incumplimiento el cual ya tiene solución y se le va a cumplir al cliente. “La obligación total del cliente es de $280.000.000, a la fecha se han realizado pagos que ascienden a la suma de $94.179.430; nos encontramos atrasados en el pago de $26.321.907, incumplimiento derivado del siniestro en el recaudo de la cartera; para normalizar los pagos y la obligación reasignamos una nueva cartera de idénticas condiciones que recaude sanamente los flujos de la operación a 18 meses según lo contratado. La operación será normalizada en día 12 de marzo en el cual se realizará el pago de los meses vencidos y el valor de la cuota del mes”, explica Chavarro.

¿Qué pasó con transacción?
GGC ofreció el producto conocido como libranza, el cual es un mecanismo de recaudo de cartera en donde el deudor autoriza a su entidad empleadora a descontar de su nómina mensual una suma determinada para aplicar a la cancelación de sus obligaciones con una cooperativa debidamente constituida y autorizada para el descuento de nómina del empleado.

De esta manera, existiendo previamente un convenio de recaudo debidamente suscrito con la entidad empleadora en donde están expresamente consignadas todas las obligaciones del convenio, y la entidad empleadora se compromete a entregar dichas sumas a la cooperativa en un plazo previamente convenido, mediante este esquema se asegura el recaudo de las cuotas, en la medida que se descuentan de la nómina del empleado.

“Ofrecemos a nuestros clientes la compra de cartera soportada con los pagarés libranzas los cuales cumplen con los requisitos de cualquier título valor y por consiguiente ejecutables ante las autoridades competentes en caso de incumplimiento”, dice la asesora legal.

Ahora bien, enfatiza en que el producto que se ofrece es una compraventa en firme y con responsabilidad, “lo que se deriva de que en caso de un error en el recaudo se garantizan los pagos de la cartera, o en su defecto como se establece en el mismo contrato de compraventa de cartera podemos sustituir la cartera por una nueva que esté realizando el recaudo debidamente”.

Esto fue lo que pasó con el caso de Diana Torres (nombre dado a la persona que proporcionó la información y quien pidió no revelar su nombre), a quien, según Chavarro, se le va a responder por el incumplimiento, toda vez que fue un error ajeno a la compañía que ofreció el producto.

“Desde el mes de octubre del año 2012 hemos emitido propuestas de normalización de la operación, así mismo como se les informo en nuestra comunicación formal emitida por nuestro representante legal suplente con fecha 28 de enero de 2013, se presentó un error en el recaudo de la cartera que dificulto la realización de algunos pagos de la misma”, dice Chavarro.

Debido a esto, no se puede diferir que se está incurriendo en una estafa, sino en un cumplimiento parcial de la obligación la cual debe ser dirimida por la autoridad competente acordada entre las partes, la cual es un tribunal de arbitramento ante la Cámara de Comercio de Bogotá.

Al preguntar por las garantías de la operación, pues Torres aseguró que nunca fueron efectivas, es de aclarar que las garantías de la obligación además del contrato de Compraventa de Cartera en firme y con responsabilidad suscrito, son los Pagares Libranzas (títulos valores) están endosados a favor del cliente y en poder del custodio contratado.

“Hasta el año pasado teníamos un custodio; para este año hemos contratado los servicios de otra entidad. Es decir, que las garantías sí existen y se están aplicando debidamente. El cliente deberá esperar a que se cumplan los 18 meses pactados en el contrato”, concluye Chavarro.

De esta manera, no son los pagarés libranza un producto riesgoso, sino que al contrario, es una herramienta segura que permite a los clientes tener una rentabilidad pactada, además, su estructura está avalada por las autoridades.

BG Consulting no tiene relación con GGC
BG Consulting es una firma consultora basada en Washington D.C., dedicada a asesorar a organismos multilaterales y a gobiernos en el área de mejoramiento del clima de negocios. “No nos dedicamos a aconsejar a nuestros clientes acerca de inversiones de este tipo. Ninguno de nuestros clientes ha sido referido a Grupo Global Corporativo, GGC”, asegura María Gabriela Sosa, vicepresidente de BG COnsulting INC. Asimismo, se aclara que Maria Margarita Escallón asesora de la persona que pone la denuncia sobre el impago de los intereses de un contrato con GGC, afirma que “yo sí le recomendé a algunos de mis clientes la inversión en compra de cartera con la firma GGC y lo hice de buena fe, con base en el conocimiento de años anteriores y buenos resultados de GGC. No es mi responsabilidad lo que suceda al interior de Grupo Global Corporativo una vez perfeccionada la operación de inversión ni las decisiones que tomen los socios”.

Asimismo, dice que la asesoría que dio a sus clientes fue a título personal y no compromete de ninguna manera a BG Consulting, entidad que evidentemente dirijo para Colombia pero que se ocupa de otros asuntos, y se rige por parámetros definidos y claros que no se pueden confundir con la actividad de asesoría que por años he venido desarrollando exitosamente.

Las Opiniones

Lina María Chavarro
Asesora Legal de Grupo Global corporativo
“No somos una compañía estafadora ni buscamos jugar con la confianza de nuestros clientes. Nuestro negocio está debidamente avalado”.