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Acciones de las autoridades chinas influyen en el valor de la criptomoneda
La semana pasada estuvo muy lejos de ser la mejor que ha tenido el bitcoin. El viernes, la agencia de noticias Bloomberg reportaba que “la divisa digital más prominente ha caído hasta 40% desde que alcanzó un máximo récord de US$4.921 el 1 de septiembre, borrando cerca de US$20.000 millones en valor de mercado”. En el arranque de esta semana, sin embargo, la criptomoneda rebotó y volvió a ubicarse cerca de US$4.000, llegando a superar ese valor en la mañana.
El principal golpe que sintió el activo fue el endurecimiento de las políticas de las autoridades chinas, mercado en el cual se hace casi la cuarta parte de las operaciones con bitcoins, hacia las ofertas iniciales de monedas virtuales. De acuerdo con Bloomberg, aunque no son claras las razones para el cambio de regulación, esto podría responder al miedo de los gobiernos de todo el mundo por la posibilidad de usar estos activos para fraudes o actividades ilegales.
Todo esto se juntó con las críticas de uno de los personajes más poderosos de Wall Street, Jamie Dimon, de JPMorgan Chase & Co, quien incluso advirtió que la criptomoneda es un fraude y anticipó que “no terminará bien”.
A pesar de estos dos golpes fuertes, la divisa digital estuvo el lunes sobre los US$4.000 (US$4.002 a las 3:20 p.m.), y el director de la Fundación Bitcoin, Carlos Mesa, explicó que los propios problemas que se sintieron la semana pasada fueron los que le dieron aire a la criptomoneda.
“Venimos con un tire y afloje con China desde hace unos 4 o 5 años, y se vio claro la semana pasada. Aunque aún no se sabe qué quiere el Gobierno, ahora se dice que lo que buscan es tener una buena regulación de las plataformas de intercambio, lo que ha tranquilizado al mercado”, dijo Mesa.
Además de este panorama, y en medio de las críticas y la volatilidad que impactan a la criptodivisa, el Banco de Pagos Internacionales (BIS por sus siglas en inglés) publicó un informe en el que detalló que los bancos centrales no pueden dar la espalda a esta nueva realidad, y en el texto explicaron cómo algunos emisores ya hasta han realizado pruebas con monedas virtuales.
En este informe citan como ejemplo el Fedcoin, concepto propuesto en 2014, en el que la moneda sería gestionada por la Reserva Federal (Fed), o el CADcoin, del Banco de Canadá, que es utilizada en simulaciones de este banco central.
Para Mesa, es claro que en algún momento los gobiernos y los bancos centrales tendrán que dar algún paso hacia las monedas digitales y su tecnología de bloques porque es una manera de prevenir la falsificación de las divisas. A pesar de eso, aún los entusiastas del bitcoin son escépticos de que la criptomoneda vaya a remplazar al dinero tradicional en el corto plazo.
Jhonathan Higuera, analista de la Universidad Nacional, resume la situación de la moneda digital en que “filosóficamente bitcoin es libertad y privacidad, el principio del sueño utópico de la democratización del dinero. Con la invención de la tecnología blockchain y bitcoin, pensar que la gente tenga completo dominio sobre las transacciones que realiza no es algo imposible, y aunque hay muchos obstáculos que vencer, el dinero virtual parece convertirse en el primer paso hacia una real revolución monetaria”.
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