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FINANZAS PERSONALES

Consumo inteligente, el ‘antídoto’ para no colgarse con las tarjetas de crédito

viernes, 16 de octubre de 2015
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Teresita Celis

Esto es lo que expertos en el tema consideran un consumo inteligente, reflejado en la capacidad de mantener el gasto pero sin ‘ahogarse’ en las deudas.

Pero ¿cómo alcanzar ese equilibrio para no sucumbir en el intento? Alfredo Barragán es especialista en banca da una clave que si bien suena lógica, no todos la aplican.

“Hay que ser organizados y hacer un presupuesto de los ingresos y gastos y en esa medida priorizar. El presupuesto debe ser un ejercicio proyectado, por lo menos, a seis meses, reacomodar las necesidades de gastos y establecer prioridades. No es un momento para comprar dejándose llevar por las emociones, sino de forma racional”, sostiene. Esto, en palabras simples, es ponerle cerebro a la compra.

Las cifras de la Superintendencia Financiera señalan que al cierre de julio de 2015, el saldo de la cartera de tarjetas de crédito, de las entidades bancarias, fue de $21,3 billones, que frente a junio, significa un incremento de 0,5%.

En enero la cartera reportada estaba en $20,4 billones, lo que señala que al cierre de los primeros siete meses del año, la deuda de los colombianos, representada en transacciones con el dinero plástico, subió en cerca de $1 billón. Del total del saldo de la cartera de consumo, las tarjetas de crédito representan un poco más de 21%. 

Un dato del último reporte de Estabilidad Financiera del Banco de la República, señala que los cupos aprobados para las tarjetas de crédito continúan teniendo la mayor participación, siendo esta de 52,7% en el segundo semestre de 2014. Aunque las cifras suenen altas, especialistas coinciden en que hay espacio para usar dinero plástico, pero con responsabilidad de consumo.

 Barragán sostiene que este tipo de crédito debe tener un objetivo y estar apalancado en algo, como educación o en un bien durable, por ejemplo.

Lo que recomienda el banco Bbva es que se debe usar la tarjeta de crédito como método de financiación, sobre todo, en ocasiones en las que no tenga la posibilidad de pagar todo el valor de lo que se requiere. 

 Lo importante, señala, es financiar a plazos moderados ajustados a la capacidad de pago. Entre menos plazo menos interés, pero se debe calcular que el valor de la cuota sea el que se pueda cubrir. El banco reitera que no es oportuno utilizarla cuando existe la posibilidad de comprar con recursos disponibles. 

También se puede negociar tarifas o tasas preferenciales “y si tiene la posibilidad de prepagar hágalo, hay que aprovechar que ya no se penaliza por prepago”, dice Barragán.

Las opiniones

Alfredo Barragán
Especialista en banca Universidad de los Andes

“Lo ideal es que el consumo tenga un objetivo y se refleje en un apalancamiento de algo. Educación o en un bien durable, por ejemplo”. 

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