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La Asamblea de Accionistas del Grupo Sura se reunió el viernes en Plaza Mayor para una maratón de reuniones que finalizaron en la tarde
Uno de los momentos álgidos de la Asamblea del Grupo Sura fue cuando se discutió el informe de Kroll sobre los tres “acuerdos complejos” de los que se vienen hablando desde el año pasado, con Munich RE, Caisse De Dépôt Et Placement Du Québec y el Grupo Bolívar y sus afiliadas.
Daniel Jaramillo, revisor fiscal de E&Y, le reveló a la Junta Directiva que la Superintendencia Financiera hizo una serie de observaciones sobre la contabilización de estos contratos.
Jaramillo, durante la lectura del informe de los estados financieros, anunció que había llegado una comunicación del órgano de control en la noche anterior “relacionada con la información financiera transmitida de Grupo Sura el pasado 28 de febrero, la cual presenta algunas observaciones y recomendaciones sobre la contabilización de los contratos ya discutidos, con accionistas minoritarios de Sura Asset Management y Grupo Bolívar”.
En su intervención, Jaramillo aclaró que dichas recomendaciones aún no hacen parte de las leyes colombianas, a pesar de que ya se están teniendo en cuenta. “A la fecha, el documento de discusión no ha sido incorporado al ordenamiento jurídico colombiano. Sin embargo, la compañía de forma voluntaria actualizó el tercer trimestre de 2022, siguiendo el lineamiento de dicho documento y de acuerdos con las recomendaciones recibidas por asesores”, concluyó.
Los allegados a Gilinski presentaron un informe de Grant Thornton que concluyó que existía la obligación de presentar y revelar los datos de los términos de estos tres acuerdos y que Grupo Sura estaba en la obligación de reconocer, presentar y revelarlos.
Según este documento, la compañía debía hacerlo en los estados financieros individuales y consolidados que fueron preparados y presentados entre los años 2001 a 2014, bajo los principios de contabilidad aceptados por la Superintendencia Financiera.
Las conclusiones del informe de Grant Thornton agregaron que se debía “reconocer el pasivo originado por las opciones de salida de los compromisos con participaciones no controladoras”, desde 2015 hasta 2022.
Gabriel Gilinski pidió que se tuvieran en cuenta estas últimas conclusiones “por total transparencia de la Asamblea” e insistió en que la decisión no podría ser parcializada y que como administradores debían ser totalmente transparentes.
“No puedo permitir como administrador esto, la información debe ser veraz y transparente”, agregó. Sin embargo, la Asamblea se quedó con el informe que ya había presentado Kroll y en el que se concluyó que no se evidenció fraude contable, a pesar de las críticas que hizo Gabriel Gilinski.
“Kroll no identificó evidencias de un supuesto fraude contable, ni del ocultamiento de los contratos con socios estratégicos de Grupo Sura en Sura Asset Management y Suramericana”, se informó en su momento.
Jaime Arrubla, miembro independiente de la Junta Directiva, aseguró que hubo meses “muy intensos del comité de auditoría, escuchando lo que iba a ser la metodología, siguiendo el trabajo de Kroll”.
Agregó que “jamás por parte de la administración hubo ninguna injerencia, ellos hicieron su trabajo independientes, la revisoría fiscal participó y llegaron a unas conclusiones. En el comité de auditoría las escucharon”.
La Junta Directiva del Grupo Bolívar informó, mediante notificación en la Superfinanciera, que aprobó en una sesión extraordinaria y por unanimidad iniciar el proceso de enajenación de la inversión en Sura Asset Management.
Indicó que, durante abril de 2023, se evaluarán las alternativas de salida previstas en el contrato. Además, se cursarán las notificaciones que correspondan en los términos contractuales y se instruyó a la Administración comunicar acerca de esta decisión a Grupo de Inversiones Suramericana y a Sura Asset Management.
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