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Los datos más relevantes sobre el impacto del transporte de carga en la economía del país
Los tractocamiones 3S3 dominan el transporte de mercancías con 36 toneladas de capacidad, mientras camiones de dos ejes realizan 64% de viajes con menor carga
En Colombia, el transporte de carga terrestre está dominado por los tractocamiones, vehículos que aunque realizan solo 27% de los viajes de carga sólida, movilizan 71% del total de mercancías. Esta eficiencia contrasta con los camiones de 2 ejes, que ejecutan 64% de los viajes pero transportan apenas 19% de la carga total.
El análisis de las tipologías vehiculares revela que el país moviliza sus mercancías a través de configuraciones especializadas según el tipo de carga. Los tractocamiones 3S3, conformados por un cabezote de tres ejes y un semirremolque de tres ejes, representan la columna vertebral del transporte nacional con capacidad de hasta 36 toneladas y peso bruto vehicular máximo de 52 toneladas.
La duración promedio de los viajes evidencia la complejidad logística del sector. Los tractocamiones superan las 40 horas por trayecto, mientras que los camiones de 3 ejes registran 27 horas, siendo esta la menor duración entre las configuraciones principales. El promedio nacional se sitúa en 37 horas de viaje.
En el segmento de carga líquida, la especialización es aún más marcada. Los tractocamiones realizan 77% de los viajes y transportan 82% del volumen total de líquidos, que incluye combustibles como gasolina y ACPM, agua potable, leche y aceites químicos. Los camiones de 3 ejes participan con 10% tanto en viajes como en carga movilizada, mientras que los camiones de 2 ejes, a pesar de realizar 11% de los viajes, apenas mueven 2% de la carga líquida.
Las mercancías se clasifican en siete tipologías principales. La carga general abarca electrodomésticos, textiles y productos de aseo, transportados en furgones o plataformas estándar. La carga contenerizada utiliza contenedores de 20 o 40 pies en tractocamiones portacontenedores. La carga a granel seco incluye cereales, minerales, cemento y arena, movilizados en volcos y tolvas.
Para líquidos se emplean carrotanques y cisternas especializadas. Los productos perecederos y refrigerados, como carnes, lácteos, frutas y flores, requieren furgones refrigerados o contenedores termo. La carga peligrosa, que comprende gases, ácidos y material radiactivo, demanda vehículos especializados con señalización y conductores certificados. Finalmente, la carga extradimensionada, como maquinaria industrial y transformadores eléctricos, se transporta en camabajas o plataformas modulares.
El inventario vehicular muestra una gradación de capacidades. Las camionetas y ultralivianos C2 movilizan de 1 a 4,5 toneladas en reparto urbano. Los camiones tipo turbo C2 alcanzan 6 toneladas, mientras los camiones sencillos C2 llegan a 9 toneladas. Los camiones doble troque C3 transportan entre 15 y 18 toneladas. Las minimulas o tractocamiones livianos 2S2 y 2S3 manejan de 10 a 25 toneladas, reservándose las configuraciones 3S2 y 3S3 para las cargas más pesadas.
Esta estructura vehicular permite que el país movilice diversos productos desde materias primas hasta mercancías terminadas en viajes de mediana y larga distancia y en viajes urbanos y metropolitanos, adaptándose a las necesidades específicas de cada sector productivo mediante configuraciones especializadas que optimizan la relación entre capacidad de carga, tipo de mercancía y distancia de transporte.
Los tractocamiones 3S3, con cabezote y semirremolque de tres ejes cada uno, pueden transportar hasta 36 toneladas y son los vehículos más utilizados para movilizar carga de larga distancia en Colombia, con viajes que superan las 40 horas promedio. Este tipo de vehículo percibe el 50,9% de la facturación registrada en el Rndc. Detrás de cada viaje hay una tipología vehicular y una capacidad de carga que es la que permite llevar los bienes que necesitan las actividades productivas y el comercio que le entrega a los consumidores los bienes básicos que se necesitan para satisfacer las necesidades de las empresas y los hogares colombianos.
El transporte terrestre forma parte de las actividades económicas que son fundamentales para el óptimo desarrollo de otras, como el comercio
A pesar de riesgos y sobrecostos, el sector muestra resiliencia y ve en la modernización y la transición energética oportunidades para su productividad
Como gremio, nos corresponde exaltar la importancia trascendental de la empresa de transporte de carga como un eslabón estratégico de la economía nacional