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¿Qué son las encíclicas?
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Durante su pontificado, Jorge Bergoglio escribió cuatro encíclicas: Lumen Fidei, Laudato Si’, Fratelli Tutti y Dilexit Nos
Una encíclica es una carta solemne que el Papa dirige a los obispos, fieles y, en algunos casos, a toda la humanidad, sobre cuestiones doctrinales, éticas o sociales de gran relevancia. Estas cartas buscan orientar a la Iglesia y al mundo en la reflexión y acción sobre diversos desafíos contemporáneos.
Durante sus más de diez años al frente de la Iglesia Católica, el Papa Francisco, que fue el primer pontífice jesuita y latinoamericano en ocupar el cargo, publicó cuatro encíclicas, por lo que consideran que su periodo fue muy “fructífero”, al menos desde la perspectiva de estas cartas publicadas.
El padre Fidel Oñoro, decano de la facultad de estudios bíblicos, pastorales y de espiritualidad de Uniminuto, dijo que son documentos, llamados magisteriales, en los que un pastor de la Iglesia Católica educa a todos los seguidores de la religión.
“Este es el vehículo más importante, el medio más importante de declaración de un Papa en materia de doctrina o de moral para guiar a la Iglesia”, añadió el padre Oñoro.
Diego Marulanda, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana, UPB, dijo que las encíclicas “recogen toda la tradición de la Iglesia, actualizan el presente de la tradición. Es decir, la vuelven a un lenguaje que permite el análisis y la comprensión de la realidad de hoy a partir de esa tradición que se ha recibido”.
Marulanda agregó que estas publicaciones dejan un camino abierto donde se pueden encontrar de manera comprensible y si se transita por ahí, nos podríamos encontrar como humanidad y como iglesia.
Asimismo, el consultor del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, Óscar Elizalde, dijo que “son importantes porque expresan el pensamiento de la Iglesia sobre un determinado tema de interés general”.
Entre los expertos concuerdan que todas las encíclicas son “un regalo”, pero la más importante es la segunda publicada en 2015: Laudato si’.
Elizalde expuso que más allá de la iglesia, esta encíclica ha tenido repercusión a nivel global.
De la misma manera, el rector Marulanda expuso que el Papa “nos planteó una tesis muy importante haciéndonos entender que si no actuamos ya, nos íbamos a quedar sin casa. Que eso iba mucho más allá de lo que significan los modelos económicos y las políticas actuales en el mundo”.
El padre Oñoro, dijo que las encíclicas del Papa podrían verse como una continuidad. “La encíclica sobre el cuidado de la naturaleza, de la casa común, pero no basta con la naturaleza. El gran valor de este planeta somos nosotros, los seres humanos, llamados a vivir también en armonía con la naturaleza. A vivir en armonía y en fraternidad con nosotros”, explicó el padre Oñoro.
Los expertos explican que para la publicación de estas cartas no hay un tiempo estipulado y dependen mucho de cada Papa en el cargo y la cantidad de tiempo disponible.
“Laudato si’ ha sido la encíclica con un lenguaje que le llegó a toda la humanidad, un llamado a la atención para entender que la naturaleza no estaba fuera de nosotros”.
“No hay esos tiempos estipulados, de hecho, son regalos que el Papa le hace en este caso al pueblo de Dios de forma inesperada. Nadie se lo espera y el Papa va recogiendo, después de escuchar al mundo, de estar en contacto con el escuchar las culturas, toma la decisión dentro de su oración, de su espiritualidad y de sentarse también como maestro a escribir”, explicó el rector de la UPB.
La primera encíclica, Lumen Fidei (en español traducida como “La luz de la fe”), fue publicada el 29 de junio de 2013, pocos meses después de la elección de Francisco como papa. El texto lo comenzó escribiendo Benedicto XVI (que ocupó el cargo desde el 19 abril de 2005 hasta el 28 de febrero de 2013), y Francisco decidió completarlo tres meses después de ser elegido Papa como un gesto de continuidad.
En los cuatro capítulos que contiene, se profundiza en el valor de la fe cristiana como luz que guía la existencia humana, en contraposición con el relativismo moderno. El primer capítulo presenta la fe de Jesucristo; el segundo, aborda la relación entre la fe y la verdad; el tercero habla de la evangelización; y el último hace referencia al “Bien Común”. Aunque esta encíclica no fue completamente de su autoría, Lumen Fidei demostró desde el inicio su disposición hacia el diálogo y a la comunión eclesial.
La segunda, y la más influyente a nivel mundial, fue Laudato Si’, publicada en mayo de 2015. Su nombre en español significa “Alabado seas mi señor”. En ella, el Papa abordó la crisis ambiental desde una perspectiva ética, espiritual y social.
Advierte acerca de la contaminación del agua, la tierra y el aire y llama a una conversión ecológica con propuestas para el cuidado de la casa común. Propuso una “ecología integral”, que vincula el cuidado del medio ambiente con la justicia social y la dignidad humana.
El rector de la UPB, dijo que anima a entender que “si nos comprometemos del punto de tratamiento político, los modelos económicos y las acciones personales de cada individuo podemos devolverle la salud al planeta”. Laudato si’ trascendió fronteras religiosas y fue presentada ante La Asamblea General de Naciones Unidas y a dos cámaras del Congreso de EE.UU., destacando la responsabilidad frente al cambio climático.
Cinco años después de su segunda publicación, en 2020, Francisco publicó Fratelli Tutti, en español “Hermanos todos”, una encíclica dedicada a la fraternidad y la amistad social. Está inspirada en San Francisco de Asís que utilizaba el nombre de la encíclica para dirigirse hacia sus hermanos. El documento es una llamada a superar el individualismo, el racismo, las guerras y las desigualdades.
En un mundo golpeado por la pandemia del covid-19, Fratelli Tutti propuso el diálogo, la solidaridad y la cultura del encuentro como caminos para la paz. El rector de la UPB, explicó que esta encíclica expone que hay que cuidar los modos de relación.
“El Papa invita precisamente a entender que la fraternidad es la que le da realmente vida a la casa”, comentó Marulanda. Añadió que se puede ver como una continuación de la segunda. Expone que los seres humanos están llamados a vivir en armonía.
La última encíclica, Dilexit Nos, publicada el año pasado, se centra en el amor humano y divino del corazón de Jesucristo. En un contexto de guerras y desequilibrios sociales, el papa invita a redescubrir la compasión y la misericordia como caminos hacia la reconciliación y la paz.
Marulanda, rector de la UPB, dijo que en esta última se desciende al corazón. Expone que no funcionan las encíclicas anteriores (la ecología y la fraternidad) si el corazón no cambia.
“No nos movemos por algoritmos, ni por declaraciones. Estamos en un mundo de post verdad también. El mundo de la tecnología nos ha vuelto muy externos. Necesitamos volver a la interioridad. El corazón, es el lugar donde el hombre toma sus decisiones”, dijo el rector de la UPB.
Resaltó que el corazón es el problema de la humanidad y añadió que “el corazón de Jesús es interioridad, pero también es amor. Y el amor es la fuerza que puede cambiar la humanidad”.
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