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La transición a las energías limpias ya dejó de ser una moda y debe triplicar su ritmo para tener capacidades mínimas a 2050
Unos 32 MW es la energía que aportan los proyectos eólicos La Guajira I y WESP de Isagen al SIN.
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La participación de la energía eólica en la matriz del país es mínima, 0,1%; sin embargo, nuevos proyectos costa afuera se proyectan superar por 2 GW los objetivos para 2040
La energía eólica tuvo para 2023 una participación de 0,1% dentro de la matriz energética del Sistema Interconectado Nacional, SIN; una incidencia que se sostiene desde 2022, y que presentó un leve aumento de 2021 a 2022, pasando de 0,08% a 0,1%, según datos de XM.
A pesar de la poca participación, para 2040 se espera que los proyectos costa afuera en marcha superen el objetivo plateado en la hoja de ruta para el despliegue de energía eólica costa afuera en Colombia, donde se proyecta para ese año una producción de 3 GW, pero según los proyectos inscritos en la Unidad de Planeación Minero Energética, Upme, se alcanzarían 5,1 GW.
En la actualidad, en la Upme hay inscritos 31 proyectos de generación de energía eólica, 12 de ellos costa afuera, todos en fase 1; y 19 costa adentro, ocho en fase 1 y 11 en fase 2.
Los costa adentro son aquellos planteados para realizarse en tierra, como los dos únicos que funcionan en la actualidad: La Guajira I y Wesp, de Isagen, que se encuentran en su fase de pruebas iniciales conectados al SIN y ubicados en el departamento de La Guajira.
Los costa afuera son los construidos en el mar, siendo esta una nueva apuesta para la energía eólica en Colombia, donde se pretende aprovechar una mayor velocidad del viento en aguas profundas y no profundas; con el objetivo de alcanzar 1 GW para 2030, 3 GW para 2040 y 9 GW para 2050, según la hoja de ruta publicada en 2022 por el Ministerio de Minas y realizada por The Renewables Consulting Group, RCG, a través de un contrato con el Banco Mundial.
De los 12 proyectos presentados de esta modalidad, uno espera estar en operación para 2025, siete para 2032, y cuatro para 2034 alcanzando una capacidad de generación de 5,1 GW para antes de 2040.
En la actualidad, el tipo eólico aporta la menor cantidad de energía al SIN en comparación con las otras fuentes renovables, un escenario que se entiende desde los pocos proyectos consolidados en el país de esta índole.
Como se mencionó anteriormente, en el país solo hay dos parques eólicos funcionando, ambos de Isagen y ubicados en La Guajira, con una capacidad efectiva neta de 19,9 y 12 MW al cierre de 2023.
“El potencial de generación con energía eólica en La Guajira es alto, la velocidad del viento es del doble del promedio mundial; pero aún hay barreras”.
“En el sector eólico se debe mejorar en licenciamiento, consultas previas y señales de diversificación y expansión acordes con las características del mercado”.
Además, al panorama se le suma la salida de operación del único parque que tuvo Colombia hasta 2022, el Jepírachi de EPM, que tras nueva regulación de la Creg, fue desconectado del SIN en 2023 e inició su proceso de desmantelamiento.
Carlos Alberto Zarruk Gómez, presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana de Energía, explicó que para la energía eólica existen algunas barreras tales como las consultas previas, que si bien “es un derecho que todos los colombianos tenemos que respetar, hay que trabajarlo, regularlo, ver cómo se hace para que respetando ese derecho no se convierte en una talanquera y en una barrera”.
También se refirió al tema de la “tramitología ambiental”, que en ocasiones puede llevar a una empresa a desistir de un proyecto. “El potencial de generación con energía eólica es grande en La Guajira, debido a que la velocidad del viento es del doble del promedio mundial. Se han adjudicado proyectos, pero por estos temas ambientales, de consultas previas o regulatorias, se atrasan o muchas empresas los cancelan y se retiran las inversiones”, afirmó.
Zarruk precisó que esas serían algunas de las razones por las que para 2024, los proyectos prescritos sumaron 42, según la Upme.
Para Camilo Marulanda, gerente general de Isagen, el panorama es similar. La energía eólica en el país tiene potencial, pero se debe “mejorar en temas de licenciamiento, consultas previas y señales de diversificación y expansión acordes con las características del mercado”.
Y agregó: “A la fecha, los proyectos eólicos de La Guajira presentan incertidumbre y retrasos, no solo derivados de la construcción de la colectora, sino de sus propios retos ambientales y sociales”.
Para los jugadores del mercado de la energía eólica, la seguridad jurídica y la estabilidad regulatoria son dos temas fundamentales para poner en marcha nuevos proyectos en el país. Camilo Marulanda, gerente general de Isagen, aseguró que además de los dos proyectos en operación que tiene la empresa, están “analizando la viabilidad de un proyecto eólico de 300 MW en La Guajira, que ya cuenta con licencia ambiental y consulta previa. Sin embargo, la seguridad jurídica y estabilidad regulatoria es fundamental para viabilizar estas iniciativas”, enfatizó.
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