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Sierra Nevada proyecta que esta reorganización culmine en los siguientes cinco años
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Emiliano Moscoso, su fundador, indicó que tienen deudas por $3.000 millones, pero que no pertenecen a pagos pendientes a proveedores o empleados
La cadena de hamburguesas Sierra Nevada fue admitida por la Superintendencia de Sociedades en un proceso de reorganización empresarial, después de que la inflación y las tasas de interés comenzaran a golpear la operación de la compañía durante 2022. Emiliano Moscoso, su fundador, le dijo a LR que acumulan deudas por $3.000 millones que los llevó a acogerse a la también conocida ley de quiebras.
Según el empresario, la situación macroeconómica con la que arrancó el año los llevó a tomar esta decisión. La alta inflación se vio en los precios de la carne y la papa, junto con la depreciación del peso colombiano que afectó al costo de los empaques y los productos importados. A esto, se les sumaron los efectos que tuvo la guerra entre Rusia y Ucrania que subió el precio de la harina con la que se hacen los panes para las hamburguesas.
“Fue la tormenta perfecta”, dijo Moscoso. Este incremento en los costos llevó a que los combos de Sierra Nevada pasaran a costar entre $35.000 y $40.000, por lo que se fueron alejando del precio al que estaba acostumbrado su público objetivo.
La operación de los restaurantes, agregó Moscoso, recibió un nuevo golpe con el incremento en las tasas de interés y la incapacidad de pagar el impoconsumo, lo que les generó problemas con la Dian. Luego de esto tuvieron que levantar la mano y decirle a los bancos que no podían seguir pagando. “En ese momento, se empezaron a acumular deudas con los bancos y la Dian. Con proveedores, empleados y arriendos, todo eso lo llevamos bien”, dijo el propietario.
Sierra Nevada inició en 2010, con un capital inicial de $45 millones, apalancados en el sector bancario. En sus primeros años, tuvieron un crecimiento acelerado, pero siempre dentro de sus capacidades. En 2019, Sierra Nevada tuvo ventas por $19.000 millones y al año siguiente continuó con una tendencia al alza, hasta la llegada de la pandemia.
“Hay muchos restaurantes, sobre todo las cadenas medianas, que están pasando por un momento complicado. Hay un fenómeno de caída en cascada importante”.
“Al no corresponder la oferta y la demanda, lo que ocurre es que se empiezan a aumentar las deudas de este tipo de negocios y se ven inmersos en una reorganización”.
“Iniciamos 2020 muy fuertes y ahí nos cogió la pandemia, ahí empezamos a vender por plataformas y gracias a eso logramos sobrevivir. Durante este tiempo, el menú solidario nos dejaba un marquen chiquitito para preservar empleo, durante este tiempo los empleados pasaron a trabajar por horas para no sacar a nadie. Estuve sin salario y los gerentes tuvieron la mitad del salario. Pasamos raspando la pandemia, sin ganar ni perder, tanto 2020 como 2021”, dijo Moscoso.
Tras las pérdidas en 2022, la semana pasada, la Supersociedades dijo que la compañía presentaba pasivos con más de 90 días vencidos por un valor de $2.013 millones. Con esta decisión legal, la empresa busca cumplir las obligaciones con sus proveedores, acreedores y arrendadores. “Lo que estamos haciendo es levantar la mano para reestructurar la compañía, volver a organizarnos y hacer frente a las deudas”, agregó Moscoso.
En los documentos allegados al órgano de control, también se relacionaron pasivos por concepto de retenciones por valor total de $588,6 millones y se anunció que la compañía comenzará trámites ante la Dian para lograr la reducción en el pago de intereses y sanciones.
“Sin lugar a dudas, se está presentando un fenómeno en el retail de alimentos debido a una incorrecta planificación de estos negocios que con una sobreoferta no están teniendo en cuenta la demanda para ubicar estos sitios”, comentó Julián Cruz, director de Cruz & Asociados.
Sierra Nevada proyecta que esta reorganización culmine en los siguientes cinco años. Sin embargo, este tiempo podría verse reducido al encontrar inyecciones de capital.
La empresa no está buscando activamente de socios, pero Moscoso dijo que le gustaría hablar con cadenas grandes como Presto, que a pesar de también haber entrado en una reorganización, podrían generar una sinergia.
“Tenía la idea de entrar en ciudades intermedias, si hay tiendas de Presto que estén cerrando, podríamos de repente hacer el ensayo de convertirlas en Sierra Nevada y apostarle mucho a la colombianidad”, dijo Moscoso. Agregó que también buscarían tener una reunión con otras marcas de este sector para intercambiar experiencias.
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