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“Se necesitan evaluar indicadores de felicidad interna bruta a nivel de departamentos"

viernes, 28 de febrero de 2020
Foto: José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo. Lady Zambrano / LR

El ministro José Manuel Restrepo, sugirió medir este indicador, así como hacen en otros países tanto a nivel empresarial y de país

Laura Lucía Becerra Elejalde

La felicidad es un asunto que cada vez cobra más importancia tanto para el sector privado como para el sector público. Por ello, el ministro de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, sugirió en el marco del Foro ‘Felicidad Laboral: más allá de los salarios’, organizado por La República, que incluso se debería medir la felicidad a nivel regional.

“Qué bueno sería evaluar indicadores de felicidad interna bruta a nivel de departamentos, así como existen índices de competitividad departamental”, dijo el ministro, quien se refirió a ejemplos de países que ya están incluyendo en sus cuentas nacionales la medición de este indicador.

El jefe de la cartera de Comercio enfatizó en que si se revisan diferentes rankings internacionales en los que se intenta cuantificar el bienestar y la felicidad, las naciones en las que hay mayores niveles de felicidad, normalmente están asociadas a un Producto Intero Bruto (PIB) más alto y a mayores niveles de productividad en su economía y sus empresas.

Finlandia, por ejemplo, ocupó la primera posición del ranking mundial de felicidad “World Happiness Report” en 2019, y en este país el PIB per cápita se ubicó en US$48.868; el segundo país en el listado, Dinamarca, registró un PIB per cápita de US$59.795 en 2019, seguido por Noruega con un PIB per cápita de US$77.975. En contraste, Colombia figuró en este listado el año pasado en la posición 43, y su cifra de PIB per cápita apenas llegó a US$6.508 en 2019.

De acuerdo con Restrepo, esta mayor felicidad implica no solo un mayor PIB per cápita, que supera los US$50.000 al año en los tres primeros países, sino que también se traduce en menor desigualdad pues las naciones se tornan más competitivas. El ministro presentó también la comparación en el índice de Gini, indicador que mide la desigualdad, que en 2017 fue de 27,1 para Finlandia, de 28,2 para Dinamarca, de 27,5 en Noruega, mientras que en el caso de Colombia la medición de la desigualdad en 2017 llegada a 49,7.

Bajo ese concepto, Restrepo habló del caso de Bután, nación asiática ubicada en el borde oriental del Himalayas, cuya principal medida económica es la Felicidad Interna Bruta, y la miden en las siguientes dimensiones: desarrollo económico sostenible y equitativo, protección del medio ambiente, promoción de la diversidad e identitaria cultural, preservación de los valores y establecimiento de un buen gobierno.

“Todas las dimensiones las interiorizan en la sociedad, partiendo desde la educación”, dijo, y aseguró también que se debe aprender del sistema de medición que maneja este país con relación al indicador, pues se generan “capacidades en las personas que les permitan desarrollarse económicamente pero además tener un desarrollo en bienestar social”.

Restrepo dijo también que cree firmemente que este es un factor transformador de las sociedades y que “la felicidad hoy se convierte en un factor definitivo para medir el avance de las personas, ya no hay que hablar solo de PIB sino de Felicidad Interna Bruta”. El ministro habló también de la necesidad de incorporar estos análisis al sector privado y particularmente a las empresas.

LOS CONTRASTES

  • Juan Carlos GutiérrezCEO de Colombianos Exitosos

    “Cuando la gente se siente valorada en su trabajo, se concentra más en lo que está haciendo, genera mayores relaciones y mayor innovación, y esto repercute en las ventas”.

  • Carlos GarzónProfesor de Desarrollo Económico de la U. de la Sabana

    “Tener una medición de felicidad sería medir el crecimiento y el desarrollo económico a través de qué tanto aporta a las condiciones de vida y al desarrollo personal”.

“En la humanidad empezamos a hablar de felicidad en el momento que superamos los problemas del hambre, de las plagas y la guerra, hoy le está cambiando la vida a los países, a las empresas, vemos muchos fenómenos de rotación de personal muy altos porque es muy difícil retener a los trabajadores. No es suficiente con temas de utilidad, las utilidades tienen sentido sí y solo sí generan felicidad y motivación”, dijo el ministro.

Restrepo habló también de cómo elementos como la salud, vivienda y el medio ambiente, que son componentes de lo que se entiende como bienestar y felicidad, y dijo también que algo fundamental que necesitan tener en mente las compañías es transformarse en su propósito, “para que vaya más allá de la generación de utilidades, y que tengan ese sentido de contribución social”.

El ministro enfatizó también en que “la felicidad genera mejor trabajo, y con mejor trabajo se generan mayores resultados. La felicidad es un bien transable, es decir que se puede exportar”, dijo el jefe de la cartera de Comercio, y que no es un fin en sí mismo, sino un camino y que hay que saberla descubrir en el propósito de cada empresa.

Teniendo este objetivo presente, el ministro habló entonces de la importancia de encontrar un complemento entre “lo que usted ama, en lo que usted es bueno, aquello que el mundo necesita y aquello por lo que le pueden pagar”. Un equilibrio de cuatro elementos que responden al concepto japonés de ‘ikigai’, que significa ‘la razón de vivir’ o ‘la razón de ser’.

“Buscamos que las empresas tengan un compromiso más allá de lo tradicional, que tengan su propio Ikigai”, explicó el ministro. “El primer camino para ser feliz es la coherencia. Desde el punto de vista de empresas, es coherencia para garantizar condiciones de vida para los que trabajan en ellas”, complementó Restrepo.

Además, el ministro habló también de la visión que se tiene de la felicidad desde el plano personal e individual y se refirió a cinco conceptos que engloban el camino personal que deberían trazarse las personas: coherencia, ejemplo, servicio, trascender y amor, elementos que, de acuerdo con el ministro, van más allá de aspiraciones que se asocian comúnmente con la felicidad como el dinero, el prestigio, el reconocimiento o el poder.

“En nuestras actuaciones laborales y personales, hay que trascender. Se resume en esa condición de ser feliz, y en el concepto del amor, uno debe tener la capacidad de amar lo que hace”, dijo el ministro. De acuerdo con Restrepo, el problema de fondo de la felicidad es que es uno de los proyectos más difíciles de la humanidad y “solo se descubre al interior de cada ser humano”.

Pilar Ibáñez, conferencista y consultora felicidad organizacional

Durante el foro, la conferencista, en su charla ‘el reconocimiento como fórmula del incremento de la productividad’, dio pautas que, tanto empresas como empleados, deben tener en cuenta al momento de hacer reconocimientos. Según Ibáñez, “hay muchos beneficios laborales cuando las empresas reconocen a sus empleados, ya que cuando lo hacen, los colaboradores son 77% más productivos”. Dos puntos de reconocimiento que son clave para las empresas son: saberse el nombre de los empleados y tener rituales y celebraciones que se deben seguir.

Ricardo González Andrade, vicepresidente talento humano Tigo

El vicepresidente de talento humano de Tigo habló en su intervención sobre cómo la compañía ha trabajado en diferentes programas para fomentar el bienestar laboral y la salud de sus colaboradores, por eso “las empresas somos responsables por generar condiciones para que nuestros colaboradores sean felices”. De acuerdo con González, Tigo ha aprendido que para que sus trabajadores sean felices en su lugar de trabajo se necesitan tres instrumentos fundamentales: inspirar, conectar y, trascender, y el elemento común es un propósito.

Andrés Valencia, people partner manager de WeWork Colombia y Perú

El people partner manager de WeWork para Colombia, Perú y Costa Rica con su conferencia “Los gerentes del futuro” habló sobre las habilidades en las que deben trabajar las áreas de recursos humanos para desarrollar a los gerentes del futuro. Igualmente, aseguró que “las áreas de talento humano y recursos humanos se tienen que volver expertas en el manejo de la tecnología”, y que deben tener presentes cuáles son las nuevas tendencias del mercado. Por esto, aprovechó para hablar de la inteligencia artificial como una tendencia que recursos humanos debe incorporar.

Javier Echeverri, Country Manager ManpowerGroup Colombia

Con su conferencia ‘Revolución de habilidad 4.0’, Echeverri fue el encargado de cerrar la sesión de charlas y se enfocó en detalles del mercado laboral colombiano y generacional. Para el Country Manager, “las personas están estudiando lo que las empresas no necesitan, y no solo las empresas deben trabajar en esto, sino también el sistema de educación para hacer temas como matemáticas más atractivos”. Para él, actualmente se debe hablar de “la era del talentismo, más que el capitalismo, porque las empresas tienen o no éxito por esto”, pero afirmó que hay escasez.

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