Peticiones para portar un arma pasarán de 2.500 al cierre de año a 3.000 en 2019

Una de las compañías comerciales más importantes para el Estado es la Industria Militar Colombiana (Indumil), pues no exige dineros del Presupuesto General de la Nación y, por el contrario, genera utilidades para reinvertir en la entidad o para disposición del Gobierno.

Indumil controla actualmente el negocio de ventas, fabricación e importación de armamento para las Fuerzas Armadas, empresas dedicadas a la seguridad e incluso para constructoras con proyectos de altas dimensiones o firmas mineras, por los explosivos que requieren.

El almirante Hernando Wills, gerente de la empresa, explicó cómo paradójicamente un país que acaba de firmar la paz, puede encontrar en la industria militar grandes oportunidades de negocio a nivel local y extranjero. Agregó, que el sector tiene una alta carga tributaria, pues por cada $100 cerca de $43 van a impuestos; y que los permisos para el porte de arma aumentaron en 500 solicitudes para el próximo año.

¿Al cierre del año qué tanto esperan crecer frente a 2017?
El año pasado fue icónico para la industria militar. Por primera vez se sobrepasó la meta de $500.000 millones en ventas llegando a $516.000 millones y las utilidades fueron $48.000 millones. Para este año, esperamos cerrar por encima de $600.000 millones en ventas con utilidades cercanas a $50.000 millones.

¿Afecta el negocio que Colombia haya firmado un acuerdo de paz?
No es que se requieran menos armas, sino que las Fuerzas Militares llegaron a un punto óptimo en su tamaño y tienen la dotación básica, lo que no hay es un crecimiento de las FF.MM. por ende, no hay un alza en la producción de armas. Pasamos de hacer 15.000 fusiles al año en 2010 a 3.000 fusiles en la actualidad (cada uno cercano a US$2.000). Hoy, las mayores ventas de Indumil están relacionadas con la fabricación y venta de explosivos primordialmente a la industria minera, Colombia tiene tres grandes empresas que demandan 170.000 toneladas de explosivos anuales, que son: Cerrejón, Drummond y Prodeco, con ellas hay convenios que permiten una operación ininterrumpida y eficiencia de la exploración.

¿Qué tan fuerte es la venta a personas naturales?
Hay crecimientos allí, aunque son costos menores. Por ejemplo, lo que más se busca son pistolas 9 milímetros que están entre $6 millones y $12 millones. Solo este año se nos informó de 2.500 solicitudes al Departamento de Control, y el año entrante vamos a fabricar 3.000 pistolas para peticiones que ya se aprobaron. En este segmento, las ventas más grandes son de empresas privadas, pues los celadores requieren de un revólver de menor precio.

Según las empresas mineras, los explosivos están muy costosos
Lo que pasa es que se maneja un arancel de 20% en impuesto social para cualquier transacción de este tipo de materiales, lo cual ha incrementado desde la Ley 1430 de 2011, que se subió al 30% para las armas y 20% para los explosivos (pasó del 5% al 20%) y eso ha subido los costos los últimos tres años, afectando la rentabilidad de las empresas de minería. Estamos hablando que por cada $100 en ingresos, $43 son para cargas fiscales.

¿Pero estos impuestos por ser sociales tienen un destino especial?
Es un impuesto que va para la salud, y son por lo menos $225.000 millones en participaciones para el recaudo de la Dian. Indumil no es solo un negocio de venta de armas, también aporta a otros sectores, y a nivel empresarial tenemos 300 compañías que figuran como proveedores, además de 1.600 empleados directos y 3.000 indirectos.

¿Cuánto invierten en innovación y nuevos productos?
Indumil hace esfuerzos en innovación y desarrollo que se intentan mantener en US$2,5 millones. Ahora mismo estamos esperando que el próximo año presentemos una novedad para el desminado. Se trata de un robot con brazos para que los soldados no tengan que revisar los campos, pues esto que llamamos Plataforma Robótica Móvil viene con un sensor que también detecta el explosivo.

¿Es decir que también lo piensan exportar?
El prototipo está costando cerca de US$400.000. Inicialmente queremos tener 50 para las tareas dentro de Colombia a 2020. Luego, gracias a unos acuerdos firmados con las Naciones Unidas, podríamos llegar a otros países con problemas similares como África y Asia.

¿Cuáles son los clientes extranjeros más importantes?
Las exportaciones son cercanas a US$38 millones, queremos consolidar países de Suramérica, pero también otros en África.