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El cierre de estos establecimientos corresponde al 15% de los bares y gastrobares del país. Muchos eran lugares emblemáticos
Si bien el Decreto 1569 del Ministerio de Salud y el 1168 del Ministerio del Interior abrieron la posibilidad desde el 9 de septiembre para que la vida nocturna, las celebraciones y los brindis colectivos vuelvan a ser la carta que incentive a los establecimientos nocturnos, una suma considerable de bares y gastrobares del país no se encuentran en la reapertura, debido a que se vieron forzados a cerrar sus puertas definitivamente por la crisis.
“Entre bares y gastrobares la cifra de quienes han cerrado sus puertas definitivamente es de 27.000 en todo Colombia, eso equivale más o menos al 10% o 15% de los bares y gastrobares que existen”, informó el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal.
Si además se le suman los restaurantes que incluyen en sus menús bebidas alcohólicas los establecimientos nocturnos cerrados ascienden a 63.000, que, según Cabal, representan una pérdida de 300.000 empleos en todo el país.
Muchos de esos bares, gastrobares y restaurantes que han tenido que cerrar incluyen lugares emblemáticos en cada rincón del país. Por ejemplo, algunos de los que lo hicieron en Bogotá son Matildelina, Armando Records, Fullo 80s y Harris Bar; en Bucaramanga, algunos como Var Salón Stellar, Traidor y Maket it Public; en Barranquilla, Canta Gallo, Cucayo o Benito Juárez; en Cali, Primos, Carambolo, La Farra y La Bamba también; y, en Cartagena, Solar, Bazurto Social Club que llevaba 15 años funcionando y La Esquina Sandaniega con 20 años operando, también cerraron puertas. Cabe destacar, que unos pocos se encuentran haciendo domicilios y otros tienen planes de reabrir en algún momento.
Según Adriana Plata, directora ejecutiva nacional de Asobares, estos cierres significativos de establecimientos nocturnos se deben en gran mayoría a dos factores. Primero, a que muchos no lograron acuerdos con los arrendatarios ni acceder a créditos bancarios “debido a que para los bancos somos un sector de alto riesgo”. Segundo, a que no pudieron seguir cubriendo los costos de la nómina. Estas dos obligaciones de arriendo y nómina representan 66% de los gastos de los negocios.
No obstante, para Asobares y Fenalco existe un tercer factor que ha impactado en el cierre de estos establecimientos y es el de la incertidumbre. Para ambos, el mensaje hacia el gremio de bares siempre fue negativo pues se decía que no iba a haber bares el resto de año ni el otro, “lo cual generó, que algunos establecimientos terminaran cerrando en pro de cuidar su patrimonio”, dijo Plata.
A pesar de todo, hubo casos como los del bar Aquellarre en el centro de Bogotá que lograron mantenerse vigentes y ser hoy uno de los 8.000 lugares que reportó Asobares que están operando en la nueva normalidad. “Pude llegar, difícilmente, a un acuerdo con mi arrendador donde solo le pagué durante este tiempo 30% de la obligación”, dijo Gregorio Fandiño, propietario del bar. No obstante, las pérdidas que presentó este lugar durante los seis meses fueron de $600 millones.
Hoy, las zonas rosas de cada ciudad se han convertido en una proliferación de letreros en venta y arriendo, por eso Asobares y Fenalco hacen un llamado a los alcaldías para que agilicen los permisos de reapertura y a los ciudadanos, para que cumplan los protocolos de bioseguridad.
Balance de los bares y gastrobares luego de 15 días de su reapertura nacional
Según un comunicado oficial de Asobares Colombia, a la fecha, cerca de 25 ciudades y municipios han solicitado autorización y les han sido aprobadas por parte de los ministerios. Para el gremio, este número es muy bajo “teniendo en cuenta que seis meses ha estado clausurada 100% la actividad y que el Gobierno Nacional ha dado línea normativa para que soliciten los pilotos”. Ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Pasto, Manizales y Neiva ya tienen la autorización del Gobierno. Hasta el momento, 8.000 participan en la reactivación.
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