La Superintendencia de Salud está en la mira por el caso Medimás

El caso de Medimás EPS continúa generando incertidumbre en el sector salud. Ayer, la Procuraduría General de la Nación anunció la apertura de investigación disciplinaria contra Norman Julio Muñoz, superintendente de Salud, por presuntas irregularidades en el control de la EPS.

Lo que se le cuestiona al funcionario es por qué permitió el inicio de operación de Medimás el 1 de agosto de 2017, aún cuando no contaba con una red que soportara el servicio en el país, lo cual incumplía con los requisitos para su habilitación.

De igual manera, la Procuraduría cuestiona por qué la Superintendencia de Salud no tomó acciones a pesar de las fallas en la prestación de servicios, que daban lugar a medidas como intervención forzosa, toma de posición, revocatoria o suspensión del certificado de autorización.

Como parte de esta investigación, la Procuraduría Segunda Delegada para la Contratación Estatal ordenó la práctica de pruebas, entre ellas, oficiar a la Supersalud la entrega de copia de los procedimientos administrativos contra Medimás EPS, por los incumplimientos en la prestación del servicio de salud.

A propósito de la situación de Medimás, se realizó una mesa de trabajo entre directivos de la EPS, Ministerio de Salud, Superintendencia de Salud y Defensoría del Pueblo con el fin de verificar cómo va la prestación del servicio. En esta, Muñoz señaló que su despachó ordenó que Medimás atendiera de forma inmediata a 3.200 usuarios prioritarios que no han recibido una atención adecuada.

En este encuentro, Néstor Arenas, presidente de Medimás, destacó que la entidad ya tiene su red de atención lista, cuenta con 1.440 prestadoras en 2.010 puntos de todo el país. Adicional, afirmó que tiene cuatro proveedores de medicamentos y ya se han atendido un millón de pacientes en dos meses de funcionamiento.