La Santé fabricará Isodine y Buscapina en Colombia

La farmacéutica caleña La Santé es como el salmón que, contra todo pronóstico, nada contra la corriente del agua para llegar a su meta.

En un momento donde lo común es que las multinacionales compren laboratorios colombianos, como la chilena CFR que adquirió Lafrancol, la francesa Sanofi que se adueñó de Genfar o la alemana Grunenthal que ahora gerencia Labinco, la compañía del grupo Caval cerró a finales de 2013 un acuerdo para operar la filial local de la europea Boehringer, llamada Pharmetique.

Charles Baven, presidente del Grupo Farmacéutico La Santé, explicó que la transacción se traduce en dos grandes retos para la compañía colombiana: la fabricación para Boehringer de productos emblemáticos como Buscapina e Isodine y el manejo de una nueva planta que le permitirá desarrollar medicamentos de innovación propia para exportar a México y África.

En momentos en que las multinacionales compran laboratorios colombianos, La Santé hace lo contrario. ¿A qué se debe esto?
Este es un proceso que no es nuevo. Comenzó desde hace más de 40 años cuando adquirimos el laboratorio Galeno Química en Venezuela. Gracias a esa compra hoy somos la farmacéutica número dos en unidades vendidas en el mercado del país vecino y somos muy fuertes con la marca de genéricos Elter. Esta es la estrategia que nos ha permitido crecer pues en los últimos 10 años hemos establecido operaciones en 12 países, entre ellos región andina y Centroamérica. El proceso de internacionalización lleva más de 10 años.

¿Alguna multinacional los ha intentado comprar?
Sí. Antes de procesos como el que se realizó con Lafrancol, ya nos habían dicho a nosotros si vendíamos nuestro laboratorio y operación. A esa oferta, nosotros respondimos no.

¿Y desde cuándo estaban detrás de Pharmetique?
La negociación de esta filial se inició hace dos años. Fue un proceso bastante complejo y metódico. Finalmente, se terminaron los trámites el 31 de diciembre del año pasado y el 1° de enero de 2014 tomamos posesión de esa empresa. Esta estrategia no fue un impulso, nosotros estudiamos esta posibilidad de compra, llegando a la conclusión de que esta transacción consolidaría aún más nuestra plataforma. En momentos de apertura económica donde hay mas de 20 tratados de libre comercio, nosotros estamos preparándonos para ser más competitivos y ser fuertes en el mercado internacional.

¿En qué se traduce esta compra de la filial de Boehringer?
Como no solo compramos un edificio y máquinas, sino un ‘on going business’, es decir, un negocio en marcha (tecnología y conocimiento) vamos a tener mayor capacidad de producción y un brazo ejecutor más sólido para exportar productos de desarrollo propio a mercados exigentes como México y África. Esta decisión, sumado a la operación que recién montamos en Marruecos, nos va a permitir entrar mucho más rápido a este continente. Si no hubiésemos hecho esta compra, la incursión en estos países hubiese tardado cinco años. Ahora, lo estamos haciendo en año y medio.

¿Entonces no entran este año, sino para 2016?
Sí, más o menos. Es que la autorización de los registros de medicamentos en esos mercados internacionales es bastante compleja y eso lleva tiempo.

¿Qué medicamentos concretos van a exportar a estos nuevos mercados?
Vamos a vender productos especializados desarrollados por La Santé en tres áreas: dermatológica, terapia del dolor y una línea de productos gástricos. Además, como adquirimos la planta de Pharmetique, también vamos a seguir fabricando para la alemana Boehringer los medicamentos estrella de su firma como Buscapina, Isodine, el jarabe para la tos Bisolvon, entre otros. Y eso no es todo, vamos a continuar el compromiso comercial que Pharmetique tenía con otros laboratorios como Pfizer, Grunenthal y Glaxo.

¿Tienen que hacer una inversión adicional a lo que desembolsaron en la compra?
No podemos revelar el monto de la transacción, pero para que tenga una idea de la magnitud de este negocio que cerramos basta con decir que el acuerdo de compra incluye una sede de 18.000 metros cuadrados que Pharmetique tenía en Bogotá (en la 13 con 65). Con esta planta, aumentamos nuestra capacidad de producción en 50%.

¿Ese aumento de capacidad se traduce en más ventas?
Por supuesto. El año pasado las ventas de La Santé fueron aproximadamente US$360 millones ($734.000 millones) y la expectativa en 2014 será crecer esa cifra entre 30% y 32%. Ese crecimiento está asociado a que Pharmetique, en su primer año de operación bajo nuestra administración, aportará cerca del 19% que vamos a tener.

¿Cuánto venderán solo por Pharmetique?
Solo por la operación de esta filial que acabamos de comprar, los ingresos oscilarán entre $75.000 millones y $80.000 millones (como US$35 millones). Otro indicador valioso es que por la adquisición de Pharmatique el patrimonio de los accionistas aumentará en 30%.

Con tanto potencial, ¿qué viene después de México y África?
Estudiamos ingresar a los países de la ex Unión Soviética.

La dualidad del mercado venezolano
Si bien Venezuela es la economía más compleja de América Latina, con el mayor índice inflacionario y un control de cambio que entorpece las operaciones empresariales, Charles Bevan, presidente de La Santé, aseguró que la firma es una de las principales farmacéuticas en ese país. “No hemos tenido problema con la repatriación de los recursos, porque como compramos una compañía allá, operamos como una firma venezolana. Es un mercado muy importante para nosotros”, dijo.

Las opiniones

Rodrigo Arcila
Dir. Cámara de la industria farmacéutica de la andi
“La industria nacional cada vez juega un papel más estratégico y tiene la madurez suficiente para los nuevos retos que se imponen en el mercado”.

Alberto Bravo
Presidente de Asinfar
“Esto es una muestra de confianza de La Santé y eso es ejemplarizante. La compra se traduce en un aumento de capacidad de producción”.