Kia renueva su modelo Optima, que ahora tiene mayor amplitud

El Optima ha mejorado su amplitud interior, sobre todo en las plazas traseras, en las que personas más altas viajan sin tener que preocuparse por la interacción entre baches y parte superior de la cabeza. Y ello a pesar de un diseño estilizado en el que algunos cromados, las luces y la parrilla delantera son las principales modificaciones.

A su volante es fácil encontrar una postura cómoda de conducción, el coche te “acoge” bien, en una sensación de confort instantáneo que luego se va prolongando según nos ponemos en marcha. Su motor diésel de 141 CV es suficiente para moverlo con una agilidad más que razonable y realizar adelantamientos sin sensación de agobio. Su palanca de cambios es igual de cómoda que el puesto de conducción pues al accionarla las marchas encuentran su posición con mucha exactitud, estando las relaciones muy bien establecidas.

Viajar en él es agradable por tres aspectos principales. El primero es lo bien insonorizado que Kia ha dejado el habitáculo actual. El trabajo en este sentido ha dado un gran resultado, sobre todo en los apartados aerodinámicos y de rodadura. Es muy agradable poder conversar con los pasajeros, incluso con los de atrás sin tener que elevar la voz. El segundo aspecto son sus suspensiones muy bien equilibradas, que permiten una conducción más alegre y asumen asfaltos rotos sin penalizar a sus ocupantes. En tercer lugar, el haber aumentado la rigidez de la carrocería se nota también a la hora de evitar balanceos molestos.

El diseño interior está bien trabajado y hacen del habitáculo un espacio agradable. Se ha reducido el número de botones, mientras se ha aumentado el volumen del maletero en 5 litros hasta los 510 litros de carga, además con unos volúmenes regulares que hacen fácil su aprovechamiento.