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Jorge Andrés Henao, gerente de TGI
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El gerente general de TGI, Jorge Henao, dijo que con el proyecto Ballena no habría desabastecimiento de gas y que su intención no es competir con la planta en Coveñas
La semana pasada se conoció que Ecopetrol desarrollará un proyecto de regasificación en la terminal marítima de Coveñas, luego que su filial Cenit obtuvo la autorización de la Anla para desarrollar actividades de recibo e internación de gas natural licuado.
La decisión de Ecopetrol de centrar sus esfuerzos en una segunda planta regasificadora, dejó en veremos el proyecto que le ha estado proponiendo la compañía TGI, filial del Grupo Energía Bogotá, de poner en marcha la infraestructura Ballena, ubicada en La Guajira.
La situación para TGI se complicó cuando el presidente de la estatal petrolera, Ricardo Roa, lanzó críticas al proyecto Ballena y descartó su ejecución.
“Habría problemas técnicos que requerirían la existencia de la aprobación de una licencia ambiental específica para este tipo de infraestructura y además habría un problema de orden meta oceánico relacionado con el empalme que harían las dos infraestructuras, la flotante y la fija”, dijo Roa.
“Coveñas representa un hito decisivo para la seguridad energética en el corto plazo y soporta la creciente integración de energías renovables”.
Ante este panorama, el gerente general de TGI, Jorge Andrés Henao, defendió la planta en La Guajira y dijo que el proyecto está prácticamente listo.
Aseguró que podría entrar en operación en enero de 2027 y que solucionaría el problema de desabastecimiento de gas que se proyecta para ese año, de 224 millones de pies cúbicos diarios, ya que Ballena tiene la capacidad de transportar hasta 300 mpcd.
La solución parte del principio de usar la infraestructura existente. Ballena es un complejo industrial que ya opera y es funcional. Lleva operativo más de 30 años de manera continua. Es decir, que tiene todos sus sistemas para que sea confiable.
Además, TGI ha hecho un esfuerzo gigante y ha concretado la exclusividad de una Fsru, una embarcación que no solamente almacena, sino que regasifica. Es decir, entrega el gas a la presión que necesitamos para que entre al sistema.
Hay que tener en cuenta que solo hay 55 unidades de este tipo de embarcaciones en todo el mundo. Hay tres o cuatro más en proceso de fabricación en este momento, pero en sí, solo hay 55.
Es una solución sin muelle (jetless), de rápida entrada, y con operabilidad estimada de 99%.
Valoramos que Ecopetrol impulse soluciones; Colombia debería tener dos o tres plantas de regasificación por seguridad energética. Pero Coveñas supone adaptar oleoductos para gas: limpieza de 300 km, cambios de válvulas, raspadores, e instalar compresión a 1.200 psi.
Es factible, pero toma tiempo y depende de conseguir una Fsru vía licitación. Por eso vemos Ballena como más rápida y de mayor volumen inicial; lo complementario es avanzar en paralelo. No queremos competir con el proyecto en Coveñas, creemos que puede coexistir con Ballena.
Nuestra red desde La Guajira hasta el interior puede transportar hasta 300 Mpcd hoy. Usamos alrededor de 20% (unos 60 Mpcd), por lo que podemos inyectar 240 Mpcd adicionales de inmediato cuando entre la Fsru.
La Fsru llegaría en diciembre de 2026 y la operación comercial iniciaría en enero de 2027 con hasta 300 Mpcd. Es, en tiempos, la solución más rápida y de mayor volumen inmediato.
El Capex estimado es de US$150 millones. El Grupo Energía Bogotá tiene la solidez para financiar 100%. Con ingeniería y compras eficientes, aspiramos a estar por debajo del tope de inversión planteado.
Hoy el gas importado entra a US$16,1 kpcd. Con Ballena tenemos ofertas para enero de 2027 en US$11,3 kpcd (molécula + regasificación). Sumando transporte, distribución y comercialización regulados, vemos reducción de entre 21% y 23% en tarifas en Bogotá, Medellín, Cali y Eje Cafetero.
Contamos con estudios metoceánicos, batimetrías y biótico-abióticos desarrollados por una firma internacional reconocida, y nos apoyamos en un instrumento ambiental vigente en el área Chuchupa-Ballena. La solución no requiere puerto, minimiza impactos y se conecta a facilidades existentes.
Porque el gestor de mercado proyecta un déficit creciente: 102 Mpcd en julio y 117 Mpcd en octubre del próximo año; luego 224 Mpcd en 2027 y 260 Mpcd en 2028. En el interior del país la demanda usual (sin costa) está entre 500 y 600 Mpcd; un faltante de 260 equivale a cerca de 50%. Actuar tarde encarece todo y pone en riesgo empleo y producción.
El gas natural es un servicio público que llega a 36 millones de colombianos, 85% en estratos 1 a 3, y soporta procesos productivos. Ante restricciones, por norma, se empieza por industria: hay 3.500 industrias que consumen 142 Mpcd; con un faltante de 117, 82% tendría afectaciones. Estimamos 340.000 empleos directos en riesgo si no cerramos el déficit.
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