El concepto de sushi de La Lonchera llegará a Medellín y Barranquilla

Aunque La Lonchera nació como una red de cocinas ocultas para enviar a domicilio distintas preparaciones, el auge de la comida asiática y, en especial del sushi, terminó siendo su pilar de éxito. Gabriel Calderón, gerente de la cadena, habló sobre la evolución de los restaurantes y el aterrizaje de la marca en Medellín y Barranquilla.

¿Cuántos puntos tienen en operación?
La Lonchera empezó en un apartamento, pero cuando crecieron los pedidos, abrimos nuestra primera ‘cocina oculta’. Hoy, tenemos tres restaurantes, uno Usaquén, otro en Lago y otro en Cedritos. Además, tenemos seis cocinas cerradas en Villa Luz, Chapinero, Santa Barbara, Cedritos, Colina y Río Negro.

¿Piensan tener más líneas?
Con el crecimiento que hemos tenido en sushi no sacamos más. Sin embargo, estamos trabajando en otro emprendimiento con una marca distinta.

¿Cuál es su oferta de sushi y cuáles son los precios?
Tenemos más de 40 rollos. Nuestro sushi insignia es el Filadelfia Crispy, que es con el que atraemos clientes que nunca han comido sushi. Luego hay otros más elaborados como el Samurai y el Kanikama, que fueron los otros dos con los que estuvimos en Sushi Master. Sobre los precios, vamos desde $17.000 hasta $25.000.

¿Cuánto cuesta abrir un local de La Lonchera?
Un restaurante puede costar entre $150 millones y $200 millones y una cocina cerrada, entre $40 millones y $50 millones.

¿Tienen un plan de aperturas para este año?
Sí. Queremos retomar Medellín con dos puntos, abrir uno en Barranquilla y posiblemente otro Cali. La idea es entrar con domicilios y luego crecer con restaurantes.

¿Cuál es la expectativa de ventas para este año?
La meta son $4.000 millones.