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El próximo 31 de marzo vencerá el plazo para hacer la renovación de las matrículas mercantiles de todas las empresas de Colombia ante las cámaras de comercio de cada región.
Con este trámite las compañías del país no solo mantienen su estatus de formales, sino que también aseguran que sus papeles estén en regla a la hora de pedir créditos, participar en convocatorias, hacer valer sus derechos en las votaciones de estas entidades (en el caso de los afiliados), entre otros beneficios.
Este año la atención de las autoridades también estará puesta sobre el proceso, a raíz de los escándalos que se desataron hace dos años en varias cámaras de comercio del país, pues a través del registro y la afiliación se influyó sobre los resultados de las elecciones para las juntas directivas.
“Hemos hablado con Confecámaras (Confederación de Cámaras de Comercio) y algunos presidentes de las entidades para que estén muy pendientes de lo que vaya ocurriendo, con el fin de detectar a tiempo las maniobras”, dijo Pablo Felipe Robledo, superintendente de Industria y Comercio, la entidad del Gobierno Nacional que vigila a estos entes.
¿Quiénes y cómo deben renovar?
A la hora de la renovación lo más importante es que el solicitante tenga a la mano sus datos, cuando se acerque a alguna de las oficinas: nombre, razón social, dirección, teléfono, número de identificación, e-mail y activos e información financiera.
Además, que haya consultado o actualizado en la página del Dane su Código Industrial Internacional Uniforme (Ciiu), además de su información financiera y activos, con corte al 31 de diciembre de 2012, con la cual se hará el cobro. Finalmente que verifique el valor actual a pagar, según las tarifas vigentes.
“Deben de renovar todos los comerciantes y empresarios inscritos ante las cámaras. Es un deber cada año, una potestad legal, y es voluntario ser afiliado o no”, explica el presidente de la Cámara de Comercio de Pereira, Germán Calle Zuluaga.
Aunque no hay penalidades ni multas si la renovación no se hace a tiempo, lo ideal es cumplir el requisito en el plazo establecido para mantener una buena referencia en el mercado.
En Medellín, a falta de dos semanas para que acabe el término, ya se registra un histórico movimiento: 48% del total de comerciantes previsto en la meta ya renovó su matrícula.
Las cámaras han dispuesto también distintos canales para facilitar la renovación, entre esos que se haga a través de las páginas de cada una.
Lina Vélez, presidenta ejecutiva de la Cámara de Comercio de Medellín, asegura que ese ha sido uno de los objetivos: quienes así lo hagan, participan en la rifa de 15 computadores. “Es clave que hagan el proceso antes del 31 de marzo, para evitar congestiones”.
La formalidad comercial ofrece beneficios como tener vida jurídica, transparencia al patrimonios y nombre de la empresa, un respaldo que facilite créditos y el acceso a los programas de emprendimiento y productividad de las cámaras.
La opinión
Pablo Felipe Robledo
Superintendente de Industria y Comercio
“Estamos haciendo seguimiento detallado, con el fin de detectar a tiempo si hay maniobras que puedan implicar afiliaciones masivas”.
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