Colombia es el segundo país más importante en rentabilidad para Cemex

Carlos Jacks, CEO de Cemex Latam Holdings, lidera una compañía que tiene mucho optimismo en el país y que le ha apostado a nuevos negocios.

En entrevista en Al Paredón, el ejecutivo mexicano dijo que Colombia es el segundo país más importante en términos de rentabilidad, de las 50 economías en las que tienen presencia.

Cuéntenos, ¿por qué deciden apostarle de manera directa al negocio de las 100.000 viviendas gratis del gobierno?
Colombia tiene un enorme potencial, tiene inversión extranjera creciente, una confianza del inversionista colombiano grande, un sistema financiero sólido, disciplina fiscal, seguridad, respeto a las instituciones, cohesión social, la mitad de la población menor de 25 años, un déficit habitacional grande, más un millón de viviendas y creciendo porque se forman más hogares. Y una oportunidad enorme en infraestructura y cuando suma todo ve que el país va a crecer de una manera sostenida por varios años.

Ahí nos preguntamos qué hacemos para impulsar más desarrollo y hacer una empresa con una oferta más grande, por lo que decidimos meternos en tres frentes particularmente: a desarrollar proyectos de vivienda e infraestructura y meternos en el retail en el canal distribuidor, y con respecto a las viviendas articulamos nosotros 6.000 casas dentro del programa de las 100.000, en el que participamos desde su concepción, su diseño, consecución de permisos, construcción de equipamiento, urbanismo y pues prácticamente las acabamos y las entregamos, inclusive hoy tenemos 12.000 más firmadas bajo el nuevo programa llamado Vipa.

Con las condiciones de nuestro país, cuéntenos cómo se ha venido fortaleciendo el negocio.
Bueno te lo pongo de otra forma, nosotros como Cemex nuestra casa matriz está en 50 países. Colombia es hoy en términos de rentabilidad el segundo más importante después de México y quizás hoy el que tenga mayor perspectiva de los 50. Entonces eso ha hecho que hayamos fortalecido mucho el negocio y por darte también cifras hace 3 años estábamos en 14 ciudades con unidades productivas, hoy estamos en 31; hace 3 años teníamos 10 plantas de concreto y hoy 70, y hace tres años no estábamos en el retail hoy tenemos 200 tiendas, construimos las viviendas, tenemos proyectos de infraestructura; éramos 1.700 compañeros y hoy somos 3.000. En realidad le tenemos mucha confianza a Colombia y vemos mucho por hacer acá.

¿Cómo ven ustedes la preocupación sobre el precio del cemento?
Yo presido una compañía que está en todo Centroamérica, Colombia y norte de Brasil y en el Caribe y Perú, si uno compara los precios de toda la zona y quita el componente del flete los precios son iguales, la condición de la infraestructura en Colombia hace que el transporte sea muy alto. En promedio la misma distancia cuesta tres veces más que en México. La otra forma si lo ve en pesos, yo salí de Colombia en 2002 y llegué en 2011 y solo por referencia tomé 2002 y lo grafiqué en pesos ajustados por inflación y es el mismo precio de hace 10 años, y desde el punto de vista adquisitivo hoy puede comprar más bultos de cemento con un salario mínimo que hace 12 años, antes eran 18 hoy puede 23. Es un precio relativo comparable, en una industria donde no hay un precio internacional, no es como el oro o el petróleo. Pero igual existe la comparación y no es nada distinto al resto.

Ustedes que están en el lado de los proveedores de la industria, ¿cómo vieron el ejemplo del caso Space en Medellín?
Toda la cadena hasta la construcción, los vendedores de materiales estamos regulados y tenemos códigos que cumplir, la construcción per sé tiene un código de reglamento y antisísmico, las condiciones están y hay que seguir las reglas. Es la combinación de dos cosas: responsabilidad de empresa y del interventor que asegura que eso ocurra, no hay que inventar nada nuevo solo aplicar y cumplir con los códigos.

Pero, cómo comprenderlo. Es inentendible que una ciudad como Medellín tenga en la mejor zona un gran edificio que se derrumbe en poco segundos.
Yo no conozco los detalles del caso y los expertos sacarán sus conclusiones y en la industria en la que participo de cementos concreto mezclado y agregados hay algunas ciudades de proyectos de gran envergadura de torres de 20 pisos, a veces se construye con mezcla en obra y eso no permite un control de calidad, para eso estamos las empresas con el concreto especificado; eso es una práctica que observamos y que no todos lo hacen. Pero en el caso como tal me es difícil opinar.

¿Cuál es la posición frente al tema impositivo y de seguridad jurídica que tiene Cemex frente a Colombia?
Lo respondo con dos frentes. Uno es con necesidad puntual por cubrir un desequilibrio fiscal donde quizás transitoriamente se deban poner unos gravámenes pero el otro es una cuestión estructural y más aún si estamos cerca de firmar la paz. Esto seguramente va a requerir más inversión social, lo que viene de contribuciones. Y esa es la segunda parte donde quizás los empresarios somos críticos y observadores, porque cuando uno invierte uno espera hacerlo bajo ciertas condiciones y si varían con el tiempo pues la condición inicial sobre la cual basó su inversión cambia. Entonces yo creo que lo de nosotros lo que nos interesa más allá de cubrir un hueco fiscal, es cómo hacemos algo práctico con cambio estructural que atienda no solo lo que ya observamos sino lo que sabemos que viene, como puede ser un eventual del conflicto que requiere inversión.

¿Cuéntenos de la responsabilidad social empresarial que practican?
La responsabilidad social es articular necesidad sueltas que están en la sociedad. Se trata de generar un valor, y se tienen condiciones: que sea en la industria que nosotros conocemos; que cuente con la participación del beneficiario, y si estos nos desarrolla un negocio nuevo mucho mejor.