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La segunda generación de la empresa familiar prepara el próximo mes una nueva panadería para completar así 20 puntos, de momento su expansión se concentra en Bogotá
Hace 43 años en el barrio Galán, una zona tradicional de la clase media bogotana, Bernardo Parra abrió Hornitos, una panadería que se enfocó en los sabores de la región cundiboyacense.
Con el tiempo, el concepto que se acompañaba de pastelería y café en la mesa necesitó de más puntos, todos acompañados de panes grandes para la mañana o tarde y una decoración que la alejara de las panaderías comunes, una historia que resaltó Confecámaras en su más reciente congreso. Ahora, cuatro décadas después la segunda generación de la familia asumió la administración de un proyecto que está por llegar a 20 puntos. El hijo de Bernardo, David Parra, hoy gerente de la empresa explicó por qué no quieren salir por ahora de Bogotá, pues quieren expandirse en más localidades.
¿De qué manera planean la expansión de la marca?
Los últimos 15 años pasamos de tener seis puntos a 20. Seguimos enfocados en Bogotá, en la medida que hagamos el esfuerzo será más controlado el resultado. No estamos orientados a franquicias o a salir de Bogotá, nos queremos mantener, con propiedad en la familia, manteniendo el atributo de producto, experiencia, mejorando la experiencia del cliente y en lo que el cliente se relaciona.
Para esos 20 puntos, tendremos una apertura el 17 de octubre en La Castellana. Es una expansión conservadora porque lo hacemos con gasolina propia, sin superar niveles de endeudamiento, con salud financiera que nos ha permitido movernos en la velocidad que necesitamos, no con una expansión que ponga en riesgo la compañía. Hay una cultura de ahorro e inversión, de muchos años, eso nos hace muy conservadores, pero inteligente. Esos 20 puntos parecen muchos pero pocos para Bogotá.
¿A cuántos Hornitos apuntan los próximos años?
Haremos más aperturas, la proyección es entre dos y tres anuales para los próximos cinco años. La meta no está en el número de tiendas, el objetivo es ser la panadería de barrio más apreciada de Bogotá. Si eso implica tener 20 o 35 puntos la idea es tenerlos rentables, pero con salud financiera. Pero especialmente manteniendo los clientes.
Uno de los riesgos que no queremos es que el crecimiento nos elimine el acercamiento con los clientes.
¿Pero ya saben cuánto costará esa expansión?
Hoy somos 1.120 empleados, eso es un reto enorme, y es ir aprendiendo en la medida que la empresa va creciendo, pero con un crecimiento controlado. Abrir un punto de venta puede estar en cerca de $1.000 millones, con todo lo que eso implica, en la medida que la compañía genera un flujo de caja lo hacemos.
¿En qué zonas se quieren concentrar?
Queremos ser la panadería apreciada de Bogotá. Hemos entendido nuestro cliente desde el comportamiento y su poder adquisitivo. Hoy en día esas 20 tiendas están en diferentes niveles socioeconómicos, desde el tres al seis funcionan muy bien. Pero queremos ser esa parte aspiracional que al barrio le gusta tener.
¿Todos los Hornitos tienen un mismo formato?
Todos son iguales, tenemos un formato de panadería, pastelería y café, parte del modelo de crecimiento es un formato que pueda mantener las tres unidades pero resolviendo nuevas necesidades que ahora no resuelve el formato actual. Agilidad en producto listo para llevar, panadería de paso, supliendo el pan grande, nosotros hoy somos más panes grandes, pero puede haber un formato diferente pensando en servicio.
¿Ven aperturas en los centros comerciales?
Lo hemos pensado pero renunciamos a eso, a hoy el formato es uno de negocio en la calle, tenemos incluso unos puntos 24 horas, y es porque queremos ser la panadería de barrio.
Sentimos que bajo el formato actual no cabemos en un centro comercial, podría ser que con nuevos formatos entre uno en modalidad de centro comercial. Además somos 80% puntos propios y 20% arriendo.
*Invitado por Confecámaras
La transformación tuvo una inversión de $4.000 millones para cambio en imagen y formato, las ventas se incrementarían en 20%
La Superindustria señaló que la empresa no facilitó la colaboración solicitada, “negándose a proporcionar la información requerida