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El primer mandatario aseguró que en la discusión del nuevo articulado no se incluirán incrementos de IVA a bienes y servicios
La discusión de la reforma no ha sido fácil y como prueba de ello están los descontentos en gremios de la actividad económica, en partidos políticos y en la ciudadanía en general, que durante la semana pasada convocaron paros para demostrarle al Gobierno la inconformidad.
Con este panorama, el presidente Iván Duque, informó que ya entregó la orden a los equipos económicos del Ministerio de Hacienda que en el trámite legislativo, en el cual cursa la reforma, se construya un nuevo texto.
Así, el presidente dio la orden que no se incluya incrementos de IVA a bienes y servicios y que no se amplíe la base del impuesto de renta. Una decisión que beneficiaría a gran parte de la población colombiana.
Y es que en este punto, el cual fue uno de los más controversiales desde que se radicó la tributaria, la intención era construir un mecanismo transicional de tres años para la nueva estructura de impuesto de renta con miras a una gradualidad en la contribución.
Pues, para los ingresos de 2022, solo pagarían renta los asalariados que ganen más de $50 millones anuales ($4,1 millones promedio mensuales). En 2023, únicamente los asalariados con ingresos superiores a $35 millones anuales ($2,9 millones promedio mensuales) mientras que para 2024, quienes tengan ingresos superiores a $30 millones ($2,5 millones al mes).
Ahora, tal y como anunció el presidente, “las personas que hoy no pagan el Impuesto de Renta no van a pagarlo, es decir no se va a ampliar la base, que este mensaje también llegue con claridad a todos los hogares”, dijo Duque.
Por lo que, de tomarse la decisión tal y como la planteó el mandatario, la reforma seguiría contemplando los mismos topes como tener un patrimonio bruto de $160 millones o que los ingresos sean superiores a $49,85 millones.
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