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En la jornada participaron más de 2.000 conductores de taxi que dejaron de trabajar y aún se encuentran en algunas vías principales.
De acuerdo con la Secretaría de Movilidad, en el último reporte, algunas de las vías habilitadas para la movilización, como la carrera séptima, presentaba una velocidad máxima de 22 kilómetros por hora, mientras que la calle 26, que sirvió a cientos de taxistas para llegar a a Plaza de Bolívar, alcanzaba una velocidad máxima de 38 kilómetros por hora hacia el occidente.
Otras vías principales, como la autopista norte, tenía una velocidad promedio en el sentido norte - sur, de 44 kilómetros por hora, mientras que hacia el norte de la ciudad era de 38 kilómetros por hora.
La avenida Boyacá no superaba los 30 kilómetros por hora en ninguno de los sentidos, mientras que la carrera 30 tenía una velocidad máxima de 36 kilómetros.
Ahora, la Entidad aseguró, y espera, que pasadas las cuatro de la tarde ya no se presenten afectaciones por las protestas.
En la mañana el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, se dirigió al gremio, y a pesar de que aceptó que se requieren normas igualitarias para todos los jugadores y que los taxis están en desventaja, señaló que los dueños de los vehículos deben mejorar el servicio e implementar tecnología como sistemas de rastreo o pagos con tarjeta.
Analistas explican que quedaría abierta la posibilidad de tener un escenario de menor recaudo, lo que aumentaría presiones fiscales.
Mientras los sindicatos anunciaron su propuesta, el Gobierno Nacional a través del Ministerio de Trabajo no reveló su cifra para negociar
Los municipios, distritos y departamentos tendrían que enviar un reporte cada seis meses al Ministerio de Salud para el control
