Ordenamiento territorial y bienes públicos, entre propuestas Misión Rural

Las cinco primeras estrategias de la Misión para la Transformación del Campo le apuntan a una estrategia ambiciosa de inclusión productiva, a un sector rural competitivo, al desarrollo ambientalmente sostenible, a una reforma institucional profunda y al cierre de las brechas sociales.

Así lo manifestaron el director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Simón Gaviria, y el director de la Misión, José Antonio Ocampo, durante la presentación pública de los primeros resultados.

De las cinco estrategias mencionadas, los autores le dieron especial atención a la inclusión productiva, descrita por Ocampo como el mayor desafío de la Misión pues debe “convertir a las comunidades rurales en actores de su propio desarrollo”. El punto de partida para este fin será la asociatividad entre actores de la cadena de todo tipo de actividades, no solo las agrícolas.

Las recomendaciones frente a este tema comprenden la creación de un gran Fondo de Desarrollo Rural con programas integrales de desarrollo productivo, una política de ordenamiento social de la propiedad, acceso universal a servicios financieros, mecanismos de compra oficial para productos de la agricultura familiar y acceso a bienes públicos para la competitividad.

“Las políticas deben propender por la adecuada provisión de bienes públicos que tiene que ver con la forma en la que se ha dotado de servicios al campo, con una gran cantidad de subsidios sin ninguna orientación de largo plazo”, resaltó Ocampo.

Los estudios que acompañaron la Misión con el objetivo de consolidar una radiografía del campo concluyen que existen grandes brechas entre la población urbana y rural, especialmente si se mide en términos de pobreza extrema al encontrar que esta situación es 3,2 veces más intensa en el campo que en la ciudad.

El DNP advirtió que 90% de la población rural es pobre o vulnerable, además de presentar riesgos y privaciones que no les permiten una salida sostenible de la pobreza.

También resulta preocupante que los hogares rurales tienen menos posibilidades de generar ingresos pues la actividad agrícola, opción laboral para 75% de la población rural ocupada, les significa menos de un salario mínimo cuando actividades como la educación, la explotación de minas y canteras y la construcción duplican este ingreso.

Además, 63,6% de los hogares no posee ningún activo productivo y solo 3,9% logra acumular al menos tres de ellos, siendo la tierra el bien más común con una penetración de apenas 36,4%.

En cuanto a la problemática del territorio, Gaviria fue enfático en decir que persiste una estructura desordenada en términos de la propiedad pues solo 21,4% son propietarios formales mientras que 59% son apenas ocupantes o poseedores. Lo mismo ocurre con el minifundio (menos de una hectárea), que es la opción para 33% de los propietarios.

Resultados serán divulgados en una página web
El director de la Misión para la Transformación del Campo anunció que a partir de hoy estará disponible un sitio web para la Misión, al que se puede acceder desde el portal del DNP y del Ministerio de Agricultura donde se publicarán los documentos oficiales que ha discutido el Consejo Directivo de la Misión, así como los informes de apoyo. “Próximamente estaremos presentando también en línea un informe sobre nuestra definición de ruralidad y el diagnóstico social logrado”, dijo Ocampo. Así mismo, hay una serie de estudios contratados que se harán de conocimiento público a medida que estén disponibles.

El director recordó que debido a que la Misión pretender ser un portafolio de instrumentos para la toma de decisiones en los próximos 20 años, no será un ejercicio estático sino que se actualizará constantemente.

La opinión

José Antonio Ocampo
Director de la Misión Rural
“Queremos plantear la necesidad de saldar la deuda histórica con el campo como elemento esencial para construir la paz a través de políticas de largo plazo”.