MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Ingresos y gastos del sistema de salud que entraría con la reforma
Agregue a sus temas de interés
El aval fiscal que presentó Hacienda en agosto detalla que las fuentes del nuevo sistema de salud en 2026 alcanzarían $112 billones
Ante la incertidumbre por el futuro de la reforma de la salud, el bastión pendiente del proyecto social del Gobierno del Cambio, el Ministerio de Salud insistió en que el proyecto ya cuenta con el aval fiscal del Ministerio de Hacienda y no está atado a la aprobación de la reforma tributaria.
La cartera señaló que desde agosto de 2025, la Comisión Séptima del Senado cuenta con el más reciente documento del Ministerio de Hacienda con el aval del proyecto en tanto que "puede incorporarse de forma compatible con el Marco Fiscal de Mediano Plazo, manteniendo la sostenibilidad del Sistema General de Seguridad Social en Salud y de las finanzas públicas", señaló el MinSalud.
El aval fiscal que presentó Hacienda en agosto, revelado por Anif, detalla que las fuentes (ingresos) del nuevo sistema de salud en su primer año alcanzarían $112 billones, de los cuales $44 billones vendrían de aportes de la Nación y en un segundo reglón estarían las cotizaciones del régimen contributivo con $37,5 billones.
Para 2031, los ingresos del sistema de salud serían de $143,9 billones con aportes de la Nación superiores a $60 billones y de las cotizaciones del contributivo a $43 billones. En poco más de 10 años, las fuentes del sistema serían de $191,7 billones, $4 billones los aportarán los impuestos saludables.
En general, la reforma a la salud representaría una participación más activa del Estado, tanto en el manejo de los recursos, como en los aportes que le hace al sistema. Sin la reforma, la participación del Estado en las fuentes de financiamiento fue de 38,6% en 2024. Mientras que el promedio entre 2026 y 2036, con la reforma, ascendería a 44,8%.
Esto en detrimento de las cotizaciones del régimen contributivo, que pasarían de 35,6% en 2024 a 30,4% entre 2026 y 2036.
En cuanto a los usos (gastos) del nuevo sistema de salud, sumarían $109,9 billones el próximo año; $141,8 billones en 2031 y $180,5 billones en 2036. La atención de mediana y alta complejidad tendrá el mayor peso en el gasto en salud, oscilando entre 60% y 70% en la próxima década.
"El proyecto de Ley de reforma a la salud cuenta con un concepto favorable de impacto fiscal, sin que este dependa de la aprobación de la Ley de Financiamiento, mostrando que, para este Gobierno de la Vida, la salud de los colombianos es fundamental y prioritaria", aclaró el Ministerio de Salud.
El 22 de noviembre habrán pasado dos meses desde que se anunció que se retomaban los debates en el Senado. La falta de acuerdo por la financiación del nuevo sistema de la salud ha frenado el avance de las discusiones.
También es evidente el poco ánimo por analizar y votar el proyecto considerando que a la legislatura y al gobierno le quedan menos de un año en el poder y con las elecciones cada vez más cerca.
Para que la ponencia positiva del proyecto se mantenga en discusión en el legislativo, debe contar con una mayoría de votos. De los 14 senadores de la Comisión Séptima, el oficialismo cuenta con cinco votos: tres del Pacto Histórico (Martha Peralta, Wilson Arias y Ferney Silva), uno de Comunes (Omar Restrepo) y otro de Alianza Verde (Fabián Díaz). Por otro lado, dos senadores del Centro Democrático lideran la ponencia negativa a la reforma (Honorio Henríquez y Josué Barrera).
Es decir, existen siete votos más de legisladores ‘independientes’ que podrían definir el futuro de la reforma a la Salud. Los senadores hacen parte del Partido de la U (Norma Hurtado), ASI (Berenice Bedoya), dos del Partido Conservador (Nadie Blel y Esperanza Andrade), Liberal (Miguel Ángel Pinto), Mira (Ana Agudelo) y de Colombia Justa Libres (Lorena Ríos).
Pese a los retos que enfrenta el sector vivienda en este momento, Camacol reveló que, para el próximo año, la actividad crecería entre 5% y 12%
La clasificación de The Economist se basa en cinco indicadores macroeconómicos: inflación, amplitud de la inflación (inflation breadth), Producto Interno Bruto (PIB), empleo y desempeño bursátil
La cartera de Energía propuso 20 puntos relacionados con el abastecimiento, la regulación y la especulación de los precios del gas
