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El Gobierno nacional está midiendo desde ya los beneficios que va a tener la planta de regasificación del Caribe en los costos de la energía. En promedio, se estima que alrededor de $2.850 dejarían de pagar los colombianos en su factura mensual, gracias a que los industriales reducirán sus costos de producción.
¿Cómo se lograría esta rebaja? Actualmente los consumidores ya pagan en su factura un componente por “restricciones (R)”, que involucra la generación de seguridad. Es decir, porque buena parte de las plantas térmicas de generación requieren de combustibles líquidos (diesel) y carbón para garantizar cerca de 35% del suministro de energía nacional.
Cuando la regasificadora comience a operar el primero de diciembre de 2015, se podrán reemplazar esos combustibles por un gas importado que será mucho más barato. “Las estimaciones que hace la Upme es de unos ahorros del orden de US$612 millones anuales”, dijo el nuevo director de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg), Carlos Eraso.
El directivo estima que esto se traduciría en $19 menos por kilovatio/hora (Kw/h), que multiplicado por el consumo promedio de 150 Kw al mes, el ahorro sería el antes mencionado.
Por otro lado, la Creg aprobó “un ingreso anual de US$40,75 millones anuales” que se pagarán en la factura y que aportarán a la ejecución de la obra. Es decir que el cobro mensual sería de $1,4 Kw/h.
Pero “esta es una cifra mínima, frente a los beneficios al final del día”, agregó el ministro de Minas y Energía, Amylkar Acosta.
Todos estos factores serán realidad cuando la planta comience a operar. Por el momento, señaló Eraso, el Grupo Térmico le ha informado a la Creg que están en proceso de licenciamiento ambiental. Y, según antecedentes de la Anla, esto podría tomar alrededor de seis meses.
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