Bucaramanga Medellín y Bogotá tienen los consumidores más pesimistas

La economía colombiana no pasa por su mejor momento. Indicadores como la expectativa de crecimiento de la economía, que diferentes sectores apuntan a que será entre -2% y -7%, da cuenta de la difícil situación económica que hay este 2020.

A esto se le suma la depreciación de un indicador que ya estaba en rojo: el Índice de Confianza del Consumidor, el cual actualiza Fedesarrollo mes a mes, por medio de encuestas a los ciudadanos.

Para abril, mes completo de aislamiento, el índice mostró un decrecimiento sin precedentes, ubicándose en -41,3%, cifra que no se veía desde 2001. “Es el peor indicador de confianza en lo corrido del siglo XXI”, expresó el director del centro de pensamiento económico, Luis Fernando Mejía.

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Esta menor confianza en los hogares colombianos se vio aún más pronunciada en ciudades como Bucaramanga, donde la cifra fue -43,8%; seguida de Medellín (-43,4%), y Bogotá (-42,5%). La caída del indicador frente al mes anterior de estas tres ciudades fue de 15,6; 20,2, y 18,1 puntos porcentuales, respectivamente.

Sin embargo, para Mejía esto no significa que una ciudad esté mejor que otra. “Todas las ciudades están por debajo de 35% en términos del indicador, aquí importa el nivel inicial. Bogotá era una de las ciudades que había tenido un desempeño más negativo en los últimos meses, por eso el resultado. De -20% para abajo ya es muy malo para cualquier ciudad”, dijo.

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Un dato que resalta del informe es que el índice de condiciones económicas fue el que impulsó la cifra negativa histórica, algo extraordinario en la encuesta, pues normalmente el dato que determina la confianza del consumidor es el índice de expectativas económicas. Una de las preguntas que compone el índice de condiciones actuales, y que llamó la atención en el informe fue: ¿cree que este año le está yendo mejor económicamente que el año anterior?, a lo que siete de cada 10 encuestados contestaron que están peor que hace un año.

Para el docente de economía de la Universidad de la Sabana, Carlos Garzón, “los hogares están consumiendo lo necesario y buscando refinanciarse en sus consumos futuros, lo cual disminuye la demanda agregada”, dijo.

El informe de Fedesarrollo muestra que el menos golpeado fue el indicador de expectativas económicas, el cual se ubicó en -20,1% y evidencia que los encuestados tienen una leve creencia de que las condiciones mejoren. Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, afirmó que si bien son cifras negativas, “las perspectivas del futuro se deterioran menos, por lo que el colombiano pensaría que todo es temporal”.

En concreto, las cifras indican que bajo el panorama actual de distanciamiento social, las familias colombianas han visto impactados sus bolsillos. “Los hogares ya ven el impacto de esta coyuntura, eso es una mala noticia”, afirmó Mejía.

En los estratos altos de las ciudades fue donde más cayó el Índice de Confianza
Según el reporte, en los estratos altos el indicador de confianza se ubicó en -51%, lo cual significó una disminución de 28,9 puntos porcentuales. En el estrato medio, el dato fue de -41,7%, y en el bajo de -39,8%. Esto, según Mejía, denota que la disposición a comprar vivienda, muebles, enseres, vehículos, entre otros bienes disminuyó notablemente, lo cual responde a las condiciones económicas actuales por las que atraviesa el país y el mundo.