Las millonarias peticiones que reclama el sindicato del Banco de la República

El 2016 pasará a la historia del Banco de la República como el año en el que el Emisor volvió a generar utilidades después de mucho tiempo de pérdidas, al reportar un resultado integral del ejercicio de $214.115 millones. Por si fuera poco, en 2017 casi que triplicó ese dato, con un resultado integral de $616.896 millones.

Esa aparente buena salud financiera que goza el Emisor está amenazada por las pretensiones del pliego de peticiones que presentó el pasado 31 de octubre la Asociación Nacional de Empleados del Banco de La República (Anebre) para modificar la Convención Colectiva de Trabajo que rige entre las partes desde hace más de dos décadas.

El Banco de la República, además de ser la autoridad independiente facultada para regular y emitir la moneda legal, administrar las reservas internacionales o ser prestamista y banquero de los establecimientos de crédito, también lleva a cabo otro tipo de actividades culturales o de generación de conocimiento que lo han llevado a emplear a cerca de 2.600 personas, de las cuales cerca de 50% hacen parte de tal sindicato.

Cabe destacar que mientras en el Banco los salarios se reajustan con la meta de inflación (hoy en 3%) más dos puntos, en el sector público lo hacen con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) pasado más un punto. Así las cosas, entre 2008 y 2016, los salarios reales de los trabajadores que integran la Convención (descontando la inflación) crecieron 22%, al contrario de los del resto de empresas públicas, que lo hicieron a un ritmo de 10%. Por su parte, los salarios de los miembros de la Junta Directiva y del resto de personas excluidas de la Convención también se rigen bajo las reglas del sector público.

De otra parte, LR solicitó al departamento de comunicaciones del Banco de la República información sobre las comparaciones disponibles entre el nivel de salarios en el Banco y en el mercado. La respuesta recibida fue que desde 2002 el Banco ha venido contratando diferentes estudios de los que pudo observar dos variables: por un lado, el empleado que se desempeña en cargos operativos gana, incluyendo beneficios, un porcentaje mucho mayor que los correspondientes en la muestra y, del otro, el monto que representan los beneficios de educación y salud, por mencionar algunos, es mayor en el Banco que en el resto de firmas objeto de análisis.

Entre las 11 “cláusulas nuevas” del pliego de peticiones, LR le muestra algunas de las peticiones más singulares.

Repartir 10% de las utilidades
Destaca la Cláusula 10, la denominada de Política Social y Económica-Estímulo a sus trabajadores del Banco, en la cual el sindicato pide distribuir de manera equitativa e igualitaria 10% de las utilidades de 2016 entre los empleados con el propósito de mejorar sus condiciones económicas. En ese sentido, cabe decir que las utilidades del Banco pertenecen al Gobierno y, por ende, a los colombianos, por lo que la legalidad de esa petición es cuestionable. Además, hay que tener en cuenta que se generan por la valoración de las reservas internacionales y las necesidades del público en general de efectivo, por lo que el Banco de la República está en constante riesgo de dar pérdidas, como entre 2011 y 2016.

Subsidios y primas especiales
En la cláusula 4, la de subsidio de vivienda, Anebre solicita que los trabajadores que no posean una vivienda propia reciban un subsidio de 300 salarios mínimos (Smmlv), unos $234 millones con el mínimo de 2018, y a los que ya tengan casa propia, se les dé un subsidio de 150 Smmlv, unos $117 millones, destinado a mejoras o adquisición de una nueva vivienda.

Respecto a las cláusulas nuevas 3, 5 y 6, en ellas se solicitan primas especiales adicionales a las vigentes hoy día, y en la Cláusula Nueva 7, un Plan exequial para el trabajador y su familia. En la 3, se pide una prima de permanencia laboral equivalente a dos salarios promedios mensuales devengados por el trabajador en el último año de servicio.

En la 5, la de prima de fortalecimiento del núcleo familiar, se pide reconocer y pagar a los trabajadores en enero y julio cada año una prima habitual equivalente a 10 Smmlv; en la 6, la de programas familiares, que el Banco programe y costee cada dos meses, programas de recreación familiar.

Comité de seguimiento
Por su parte, en la Cláusula Nueva 1 se solicita la creación de un Comité de Seguimiento de lo que llegue a acordarse, que estaría compuesto por tres miembros nombrados por el sindicato Anebre, y tres por el Banco.

Así va el proceso
Tras la salida de la reunión de la Junta en noviembre pasado, el gerente general del Banco, Juan José Echavarría, indicó que de parte de la entidad existe la mejor voluntad para conversar y revisar en conjunto con Anebre las inconformidades que exponen.

“El sindicato tiene un nuevo pliego de peticiones, el Banco, como en el pasado, denunció la convención colectiva y lo que queremos es firmar un nuevo contrato de relaciones trabajadores-banco, como lo quieren ellos, y estamos trabajando en esa dirección”, mencionó Echavarría en la rueda de prensa posterior,

Actualmente, las negociaciones están en un punto muerto, a la espera de un concepto del Mintrabajo y el Consejo de Estado.

Por su parte, voceros del sindicato le dijeron a LR que no solo quieren generar acercamientos para establecer condiciones de negociación del pliego sino que también están luchando por mitigar los efectos de las decisiones de política del Emisor en la sociedad.

Así las cosas, si bien los representantes del Emisor expresaron su disposición para dialogar, cabe decir que de ser revisadas y aplicadas estas peticiones podrían representar un desequilibrio para el Emisor, ya que pondrían contra las cuerdas su buena salud financiera.

Ambas partes tienen facultad para denunciar
Entre las partes existen fuertes diferencias, dado que el sindicato no reconoce el derecho del Banco a denunciar la Convención Colectiva de Trabajo y exige que en la negociación solo se traten los temas de su pliego de peticiones. Corresponde ahora al Ministerio de Trabajo y el Consejo de Estado tomar las decisiones frente al proceso y que decidan quién tiene la razón.

Para varios expertos laboristas, es claro que tanto el empleador como el sindicato están facultados para denunciar la convención colectiva porque es una facultad de ambas partes.