La economía entra en receso con la pausa de los colegios, pero beneficia al turismo

Hasta 2007, el segundo semestre era la parte más larga del año para los estudiantes de colegios, pues no existía una pausa en su carga académica, como es la Semana Santa en la primera mitad de cada periodo escolar.

Esto cambió hace 10 años, cuando por un decreto, sorpresivo en su momento para diversos sectores, se estableció lo que se conoció en su momento como la “semana de Uribe”, que consiste en un receso para los colegios de preescolar, básica y media (y adoptado por las universidades) en la cual se puede evidenciar un incremento en los gastos por turismo de hasta 20%. Y que para este año se suma a los 18 días festivos que tiene Colombia.

Justamente, esta fue la intención del receso académico, el cual contempla, según el Ministerio de Educación, “generar unos días de descanso similares a los días de Semana Santa”, además de incentivar “espacios de recreación en familia en diversas regiones para el conocimiento de sitios históricos”.

Solo con los colegios, son 10,4 millones de estudiantes matriculados (según cifras de 2015 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística), que ayudarán a dinamizar las ventas minoristas en distintas ciudades receptoras y a incrementas los viajes en este periodo.

El presidente de Fenalco, Guillermo Botero, consideró que esta minitemporada que irá hasta el próximo lunes festivo, día del descubrimiento de América, “dejará un ligero un incremento en las ventas”, pues la gente es propensa a gastar más en las ciudades receptoras de los visitantes que llegarán, con aumentos que, según Botero, están entre 15% y 20%.

Paula Cortés, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), destacó que “el comportamiento histórico sobre la semana de receso anualmente muestra que en los últimos seis años las ventas han crecido 18% en promedio”, según una encuesta realizada a las agencias de viajes.

“El incremento en el movimiento de pasajeros en octubre de 2016 fue de 5,9% con respecto al mismo mes de 2015, y estimamos que para 2017 el crecimiento será de 1,1% dijo Cortés.

¿Y quiénes pierden?

Guillermo Botero cree que lo que lo que se da durante esta semana es un “desplazamiento en los consumos”, lo que no necesariamente se traduce en una contracción de las ventas. Octubre es el comienzo del último periodo del año y la producción industrial suele acelerarse en este mes para cumplir con la demanda de la temporada de fin de año.

Sin embargo, representa una baja en la productividad. Camilo Silva, socio fundador de Valora Inversiones, consideró que la semana de receso “obliga a muchas personas, especialmente a padres, a adelantar sus vacaciones para estos días, lo que puede tener incidencia en el desempeño de las empresas”.

De acuerdo con la información del Dane sobre el comportamiento minorista, los últimos octubre no han tenido un buen desempeño en sus ventas. Solo en 2016, presentó una contracción de 0,7%, mientras que en 2015 el crecimiento fue de apenas 0,1%. De hecho, en este momento existe una iniciativa legislativa, por parte del representante Efraín Torres, que pretende que los colegios se hagan cargo de los estudiantes cuyos padres no puedan disponer del tiempo necesario para estar con ellos durante el receso.