"La campaña va a ser feria de vanidades con un populista en cada movimiento"

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A mediados de diciembre, un grupo de 50 profesionales de varias disciplinas, sobre todo economistas, dio a conocer una carta abierta dirigida a los precandidatos presidenciales de 2022.

¿El objetivo? Advertirles los retos que enfrentará el próximo gobierno, más allá de su orientación ideológica. El vocero del grupo es el exministro de Hacienda, Rudolf Hommes, quien habló con LR sobre el origen del grupo, su propósito y analizó la coyuntura que atraviesa el país.

¿Cómo surge la idea de escribir la carta?

La idea surgió espontáneamente. Desde el principio de la pandemia a Armando Montenegro se le ocurrió la idea de hacer un chat con economistas para hablar de temas académicos y de importancia nacional. Los economistas somos “cusumbo solos”, pero cada tarde los viernes nos reuníamos para oír ideas de miembros del grupo, de alguien que llegara del exterior o de expertos de otras disciplinas sobre los problemas del desarrollo y de Colombia. Eso ha sido como un curso porque yo me puse al día en economía y se generó un espíritu de grupo que ojalá se pueda conservar. En ese contexto, yo propuse enviar una carta a los candidatos presidenciales para hacerles caer en cuenta de los problemas que vemos en la economía y en general en el país, porque hay temas que nos preocupan, como la corrupción y la ineficiencia.

¿Les preocupa el rumbo del país y especialmente lo que está sucediendo en la campaña presidencial?

Sí, y en esta campaña nos preocupa que, por un lado, hay alguien muy vocal, Gustavo Petro, que ha hecho una buena campaña política y es un hombre atrevido y audaz, y del otro lado un poco de tímidos que siguen calladitos…

¿Cómo analiza los resultados de las encuestas presidenciales?

Creo que reflejan lo que está pasando porque muchos candidatos creen equivocadamente que la campaña no ha empezado y que las cosas pueden cambiar. Ojalá cambien, digo yo. Pero cada semana que pasa es una semana perdida.

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Creo que sí, porque hay un riesgo por ver quién es más populista. Por ejemplo, yo pienso que en el ajuste del salario mínimo, excepto el director de Fedesarrollo, nadie tuvo el valor de decir que eso podía ser peligroso. Todo el mundo feliz y haciéndole el juego a una medida populista. Creo que la campaña va a ser una feria de las vanidades con un populista en cada movimiento y eso me preocupa.

En Colombia hemos tenido clientelismo, que no es tan malo como el populismo, pero el clientelismo tiene la ventaja de que no pone a competir a la gente con irresponsabilidades, es una forma de los políticos de perpetuarse y tener chantajeados a los pobres con darles un ladrillo, una nevera, etc. Me preocupa que hay una competencia populista en estas elecciones.

¿Cree que el centro es una opción viable para imponerse al populismo, como lo señaló The Economist?

A diferencia de lo que dice mucha gente, yo sí creo que el centro existe y no creo que sea una excusa para elegir un candidato del Centro Democrático. Entre los candidatos hay algunos que son de centro izquierda y esa una opción deseable, ojalá tuviéramos un presidente de centro izquierda. Incluso es mejor un gobierno de centro que uno de derecha o izquierda.

Hoy tenemos tres opciones: o votan por un extremista, o por gente que está en el camino del medio y no está dispuesta a feriar el país o a imponer una dictadura disfrazada. El problema es que no ha surgido un líder en el centro que se haga dueño de la situación.

¿Cómo analiza al candidato que lidera las encuestas?

La mayoría de las propuestas de Gustavo Petro son malas y me está dando miedo. En la carta que enviamos hicimos énfasis en la parte energética, sería irresponsable en este momento suspender la exploración y la producción de petróleo y carbón, simplemente porque no tenemos sustitutos. Eso haría caer las exportaciones más o menos 50% y, además, caerían los ingresos fiscales.

Por otro lado, Colombia en cuanto a contaminación y consumo de energía está a donde quieren llegar los países desarrollados, pero acá tenemos unos locos que quieren ser como un país desarrollado cuando no hay suficiente consumo de energía.

También le tengo temor a su propuesta de estatizar la salud con el argumento de que no es un negocio. La realidad es que la Ley 100 mejoró la situación de la población en un 100%, aumentó la cobertura y trajo los subsidios cruzados. Sucede como con el TransMilenio, todo el mundo lo odia pero se les olvida como era estar colgado de los buses…

Por otra parte, no le tengo miedo a la posibilidad de acudir al Banco de la República, pero un gobierno que se monta sobre la idea de no poner impuestos porque va a asaltar el banco central está condenado a acabar con la economía.

¿Cómo ve que haya tantos economistas en la campaña presidencial?

Cuando fui ministro de Hacienda pensé que era importante y que podía salir de allí a la política, pero me lancé a la Alcaldía de Bogotá y saqué 28.000 votos, y hasta allí llegó mi carrera como político. Me parece que a algunos de ellos les va a pasar lo mismo. Es una ilusión pensar que uno tiene carisma, pero salen envanecidos pensando que la gente les va a agradecer lo que hicieron por el país.

¿Cómo ve la candidatura de Alejandro Gaviria?

Me tiene triste que no haya arrancado porque tiene cualidades y le tengo un aprecio especial. El gran hecho es que se pusieron de acuerdo para hacer una encuesta y eso salva la situación porque tal como estaban ninguno llegaba a una intención de voto de más de 3%.

¿Cómo ve la economía y el próximo año?

Está rebotando pero el problema es que si la ómicron progresa, de golpe caemos en nuevos cierres. Ya el año entrante el crecimiento probablemente sea bastante menor, del orden de 4%-5%, y después volveremos a 3,5% a no ser que hagamos algo, tendríamos que cambiar la economía para ponerla a crecer. Pero no he visto a los candidatos interesados en eso…

Pero, ¿cuál es la fórmula?

Es que no hay un plan nacional de crecimiento. Tenemos Planes de Desarrollo que son una burla. Necesitamos una coordinación entre el Estado, el sector privado y la academia para pensar cómo hacemos para salir de lo que tenemos, somos muy dependientes de petróleo y carbón, tenemos una economía poco sofisticada, nos falta tecnología y conocimiento. No hay gente dedicada a pensar en eso.

También hemos fallado en la redistribución del ingreso y eso se refleja en las encuestas...

Acá hay gente aterrada por lo que ha sucedido en Chile pero en Colombia deberían pasar cosas más graves, porque allá hay una clase media quedadita pero acá tenemos más de la mitad de la fuerza laboral en la informalidad y sin garantías. Los encerraron en la pandemia y se quedaron sin qué vivir. Para corregir eso tenemos que crecer y el problema de la redistribución hay que enfrentarlo políticamente, ya que en desigualdad competimos con Brasil. Eso hay que resolverlo fiscalmente. Nos aterra crear más impuestos, pero vamos a tener que hacerlo para resolver el tema de la redistribución.

¿De verdad cree que cerraron la economía por la puerta de atrás?

El problema es que la abrimos dos años y después llegó un gobierno hostil y se pusieron de acuerdo con la burocracia del Grupo Andino para hacer todo ese sistema de protección no arancelaria. Algunos economistas a quienes respeto dicen que hoy estamos más cerrados que cuando tratamos de abrirla en los noventa. Hay que abrirla nuevamente.