“Hemos formalizado 1,5 millones de hectáreas”: Agencia Nacional de Tierras

Uno de los avances en la implementación del proceso de paz tiene que ver con la resolución de conflictos en torno a la tierra. En entrevista con LR, el director de la Agencia Nacional de Tierras, Miguel Samper Strouss, explica los avances.

¿Qué balance tiene la entidad con el acuerdo?

Las acciones que hemos hecho como parte de la implementación de los acuerdos de paz garantizan que lo acordado con el acuerdo no tiene reserva. A la fecha, hemos formalizado 1,5 millones de hectáreas, esto es quintuplicar los números que se daban en promedio.

¿Esto a cuánta gente ha impactado?

Estas acciones benefician a 37.500 familias campesinas, son 37.500 nuevos propietarios de tierras, que desde la agencia les hemos brindado esta oportunidad. Además, tenemos un fondo de tierras, en el que ya tenemos 500.000 hectáreas para titularizar y dar acceso a la tierra a los campesinos.

¿Cómo pueden los campesinos involucrarse en los procesos de restitución?

Antes, el campesino que quería algún servicio de nosotros, que formalizáramos un predio, tramitar una herencia o que le adjudicaran un baldío, tenía que acercarse a donde estaba la agencia. Ahora estamos yendo al territorio, estamos recorriendo finca por finca.

¿Qué otras acciones se han hecho?

Hemos acelerado los tiempos y estamos haciendo una gestión mucho más transparente. Logramos triplicar lo que se venía haciendo en materia de titularización y formalización de tierras. La meta que nos impone el acuerdo es entregar siete millones de hectáreas a 10 años y en solo año y medio, ya vamos 1,5 millones de hectáreas.

¿En qué más trabajan?

Tenemos una segunda meta, que es tener tres millones de hectáreas en el fondo de tierras. A la fecha vamos en cerca de 500.000 hectáreas en proceso de titulación a nombre de la agencia y eso es para proveer condiciones de acceso.

¿Qué se está cultivando?

Cada región tiene sus matices. Hoy tenemos un programa de formalizar para sustitución en donde vamos a titular 7.200 familias y ya vamos en 1.060 familias que abandonan los cultivos ilícitos y quieren trabajar en la legalidad. Hay que darles un incentivo y el más poderoso es la propiedad.