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Esta norma señala que los tiempos de construcción de las obras civiles toca multiplicarlos por dos respecto a los cálculos iniciales y los costos del proyecto por tres.
Según los cálculos de la Institución en 2008 se adjudicó la obra por $630.000 millones y se esperaba entregar en 2013, sin embargo, después de cinco años de construcción se espera que el proyecto termine costando $1,8 billones, el triple, y se entregue en 2022, duplicando el tiempo de construcción señalado.
Dentro de las razones que alargan más allá de 2018 el proyecto, según las estimaciones que había presentado el contratista Carlos Collins, es la incertidumbre presupuestal por la falta de contratista y la complejidad que presenta la construcción de algunos diseños por la difícil geografía de la zona. Adicionalmente, según expresa el informe el Invías no había adicionado las obras de acceso vial al túnel, que suman cerca de US$200 millones.
Anif concluye que espera que finalmente se culmine la obra ya que en la actualidad los conductores se enfrentan grandes riesgos al movilizarse por una vía que tiene pendientes de hasta 15 grados y donde las tractomulas “se toman toda la vía de ascenso e improvisados limosneros operan de agentes de tránsito, advirtiéndole con señas que para preservar su vida lo mejor es que se arrincone para dar paso”.
Galán recordó que si bien hubo mejoría en el Sistema Chingaza, la situación es crítica, y disminuir el consumo ciudadano será vital
Esta norma está expresada en el artículo 84 del texto que fue conciliado para radicarlo esta semana en Cámara de Representantes
La entidad señaló que Colombia cuenta con los criterios de acceso al mecanismo gracias a la solidez de su política económica
