"El peso de la industria sigue estando en los mismos niveles que en los 60 y los 70"

Pese a los esfuerzos de las últimas décadas y desde varias administraciones para diversificar las exportaciones, las medidas parecen no cambiar el peso que tienen los commodities en la canasta de Colombia y la industria, que ha sido la llamada a mover la balanza, sigue estando en los mismos niveles de los 60 o los 70.

Esta sería solo una de las razones por las cuales la industria nunca despegó completamente ni ocupó el puesto de relevancia que se observó en otros países como Estados Unidos o Alemania.

Según el mismo de Hacienda, José Antonio Ocampo, "el peso de la fábrica, que se traduce principalmente en manufactura, sigue en los mismos niveles que en los 60 y los 70, cuando estas alcanzaron su punto máximo en el continente, que hoy, depende mayoritariamente de la exportación de bienes primarios", dijo.

La afirmación la hizo el lunes frente a varios embajadores en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad, por sus siglas en inglés) en Ginebra, Suiza. El funcionario también pidió que los países de la región, incluidos Colombia, se alivien de una vez de la enfermedad holandesa para avanzar en una mayor producción de servicios de valor agregado.

Las cifras del Dane respaldan esta tesis. Durante el primer trimestre de 2005 este sector pesaba 14,6% del PIB y para el tercer trimestre de 2022 había caído a 12,59%. En promedio, la industria ha venido aportando -a la baja- 13,16% al PIB de los últimos 17 años.

¿Qué tiene que ver la enfermedad holandesa con la industria?
Cuando un país concentra todo su comercio exterior en materias primas o commodities como los hidrocarburos y la minería, los aumentos abruptos en los precios internacionales de estos o nuevos descubrimientos traen consigo un crecimiento en el flujo de divisas que entran al país.

Lo que causa una apreciación de la moneda o, en otras palabras, que la moneda local se fortalezca frente a sus pares o como en el caso de Colombia, frente al dólar.

Dicha caída en el tipo de cambio pone en riesgo la competitividad externa del resto del resto de bienes que se producen en la economía, pues su precio habría incrementado en la medida que producirlo se 'vuelve más caro' frente al precio que costaba antes.

Esto pasó en el país durante 2012 cuando los precios del petróleo rondaban los US$120 por barril, lo que llevó a que el tipo de cambio llegara a $1.800 por dólar. En ese caso si antes con una tasa de cambio de $2.200 una empresa colombiana quería vender su producto en $180.000, esto eran apenas US$82. Mientras que con la nueva tasa de cambio le tocaría venderlo a US$100.

Según economistas e historiadores la apreciación habría sido solo una de las muchas razones por las que la economía industrial nunca terminó de despegar en el país.

Para Colombia, agregó Ocampo, se está buscando que las políticas estén guiadas no para la industria, sino para la producción, en las que todo el desarrollo debe estar asociado a nuevas tecnologías, "como las biológicas, para la agricultura y tratamientos médicos".