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Perspectivas de la industria del azar en línea, el comercio electrónico y las iglesias
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Líderes de sectores que afectaría la tributaria señalan que hay poco margen para que se asuma una mayor carga impositiva
Hoy el Gobierno presentará el texto de la reforma tributaria, que pretende recaudar $26,3 billones, y que tendrá varios cambios, sobre todo en sectores como los juegos de suerte y azar, o plataformas digitales, como las de e-commerce. A esto se suma que el Gobierno planteó la posibilidad de gravar a las iglesias, lo que generó incertidumbre en varios sectores, los cuales advierten que no tienen margen para asumir más impuestos.
Evert Montero, presidente de Fecoljuegos; María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico; y Euclides Eslava, director de la maestría en teología de la Universidad de La Sabana, explicaron que la reforma podría impactar negativamente a la economía nacional, y por ende esto se reflejaría en el crecimiento del PIB.
Por tomar ejemplos, en el sector de juegos de suerte y azar señalan que una imposición del IVA de 19% pondría en riesgo la continuidad del negocio, además que dispararía las apuestas ilegales, y se afectarían otras contribuciones como los aportes en salud.
Las plataformas digitales son tal vez uno de los sectores que está con mayor incertidumbre. Hace unos meses el director encargado de la Dian, Luis Eduardo Llinás, aseguró que los Airbnb, además del e-commerce serían objeto de esta tributaria.
En ese sentido, desde la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico aseguraron que ya contribuyen de manera significativa, y en vez de suponer una mejora, encarecería la digitalización empresarial, lo que truncaría el desarrollo económico.
Pero no es solo el sector productivo el que está en vilo, los académicos y exfuncionarios del Gobierno señalan que cuando este tipo de proyectos tributarios son tan frecuentes complican la planificación de las empresas, limitando su inversión. Agregan que aunque algunas reformas reducen impuestos y buscan equilibrar cargas fiscales, mientras los contribuyentes se adaptan; en vez de aumentar el recaudo se generan mermas para el Estado.
“En general, en distintas reformas se ha venido tocando los dividendos y las ganancias ocasionales, hasta la reforma tributaria 2022, que buscó lo contrario, pero se ha venido presionando para bajar los impuestos a los ingresos provenientes del capital, y subírselos al IVA y a las rentas del trabajo y a los salarios”, explicó el exministro y exdirector de la Dian, Luis Carlos Reyes.
Para el exdirector de la Dian, Jairo Villabona, la nueva reforma no cubrirá el déficit fiscal, hasta que no se evalúe el gasto tributario, tomando en cuenta que en el estatuto actual hay casi 300 beneficios para los contribuyentes, que afectan a los ingresos estatales.
“No hay nada que hacer por cuanto los impuestos con el actual sistema ya no son suficientes. El déficit será cada vez mayor y ya no da, se hacen pañitos de agua tibia para conseguir algo de liquidez, pero a mediano y largo plazo es peor, ya la deuda no es alternativa”, explicó Villabona.
“La reforma tributaria termina obviamente generando una afectación a los quienes hoy en día son formales, pues lo más fácil es pasar a la informalidad”.
El presidente de Fecoljuegos, Evert Moreno, explicó que mantener el IVA de 19% afectaría las transferencias a la salud y fomentaría la ilegalidad.
Existe una gran preocupación por la posibilidad que se mantenga el IVA de 19% a los depósitos. Es un impuesto antitécnico porque el IVA grava las ventas, no los depósitos.
A través del artículo 336 de la Constitución se creó el monopolio de los juegos de suerte para ampliar los recursos para la salud. A raíz de ello, se colocó un impuesto de 15% al ingreso real del operador.
Antes del IVA, en el último mes se generaron $40.000 millones para el sistema de salud. Con el impuesto, cayeron 30%, hasta $28.000 millones.
Las empresas no podrían sostener el modelo y tendrían que trasladar la carga tributaria a los usuarios, lo que fomentaría la ilegalidad. La carga impositiva alcanzaría al menos 67,8%, lo que haría inviable el modelo de negocio.
Es bastante preocupante porque aún cuando el regulador dice que han bloqueado 29.000 páginas ilegales, estas se reactivan y siguen funcionando con otra dirección IP. El gobierno encontraría recursos, debería, combatiendo la ilegalidad. Es hasta $1 billón lo que no se recauda del sector informal.
Debería hacerse sobre las ventas menos los premios.
Entendemos que hay que aportarle al país. Si está la posibilidad de hacer un aporte mayor, lo haremos. Pero siempre ha habido una indiferencia del gobierno aunque hemos mostrado la disposición de tener indicador de sostenibilidad que le sirva al Estado y a nosotros.
Otro de los sectores que estaría entre los afectados por la reforma tributaria es el comercio electrónico. María Fernanda Quiñones, presidente de la Cámara de Comercio Electrónico, habló sobre las afectaciones que tendría el sector sí se llevara a cabo este proyecto.
El comercio electrónico contribuye desde las telecomunicaciones, la logística, los pagos digitales, las ventas que se hacen digitalmente, todas pagan IVA y por supuesto todos los que pagan renta en toda la extensión de la cadena de valor. Somos un ecosistema transversal a todo el funcionamiento económico.
Lo que se quisiera que se entendiera es que inhibir el desarrollo del comercio electrónico implica inhibir el desarrollo de la economía misma.
Lo primero es que este sector sí paga impuestos. Este sector paga tanto en renta a través de la presencia económica significativa que grava a las empresas proveedoras de este tipo de servicios, como en IVA, porque eso ya es un tema que lleva haciéndose hace muchísimos años, entonces muchas veces las narrativas asociadas a que es un sector que no paga impuestos, son narrativas imprecisas.
Nosotros cerramos el año pasado con cerca de $102 billones. En lo que va corrido del semestre llevamos $54 billones en facturación. Es un poco la contribución que se da desde la perspectiva transaccional, son las ventas que ya se concretan.
Yo no siento que exista un margen o espacio para eso, porque lo que va a hacer es que se volvería mucho más costosa la digitalización, ese es el punto central de lo que yo quisiera transmitir.
La digitalización no puede ser costosa porque necesitamos como país que la digitalización fluya para poder promover el desarrollo. Entonces encarecer la digitalización es un mal negocio para el país.
Entre los nuevos impuestos que contemplaría el Gobierno incluir en la reforma tributaria es el gravamen a las iglesias. Pero hay que dejar claro que no es al acto o culto religioso que hacen, sino a las actividades que puedan generar ingresos económicos.
En medio de la incertidumbre que hay por estos nuevos impuestos, el padre y director de la maestría en Teología de la Universidad de La Sabana, Euclides Eslava, ofreció detalles de las consecuencias que tendría para las iglesias estos gravámenes.
De hecho, algunos analistas aseguran que tocar a las iglesias, sin importar el credo, es inconstitucional, por lo que si se emiten estos tributos podrían haber pleitos legales, además que se incumplirían acuerdos pactados hace décadas.
El culto no debe tributar. Lo comercial sí podría, pero hay que tener en cuenta que muchas de esas actividades sostienen colegios, editoriales y labores sociales, que son deber primario del Estado.
Es mejor recortar gasto burocrático y eliminar exenciones a los más ricos.
Si se legislan mal estos impuestos integrados en una reforma tributaria se afectarían muchas obras sociales y se abriría un choque innecesario con las comunidades de los creyentes. Como dijo el ministro del Interior, Armando Benedetti, hace unos meses, este ítem no es el más importante para las finanzas y no se debería tocar.
Una boda es un acto religioso, no un negocio, por eso no tendría por qué ser este sacramento un opcionado a pagar impuestos. Solo servicios extras con lo son por ejemplo los salones o las decoraciones, eso sí podría considerarse como algo comercial.
Si los canales de difusión son grandes y rentables, podrían tributar. Pero muchos de los canales digitales que tienen las iglesias son pequeños. Apenas sobreviven y cumplen un rol social para los religiosos.
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