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El DNP indicó que la cifra de productividad se conocerá en las próximas dos semanas
La discusión del salario mínimo para 2018 ya encendió motores y desde el pasado 20 de noviembre las subcomisiones de cada una de las entidades involucradas están definiendo los temas preliminares. Hasta el momento, solo se conoce la propuesta de aumento de los sindicatos (entre 9% y 12%), y la recomendación que hizo la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif), que es no superar la barrera de 4,5%.
Mientras la discusión avanza, LR detalló las propuestas en los últimos siete años (2011-2017), así como el incremento del salario que se fijó y la inflación. La conclusión es que desde 2011, la definición del mínimo que se ha llevado a cabo en el Gobierno de Juan Manuel Santos ha estado más cerca de lo que han propuesto los gremios, que de la cifra de los sindicatos.
Los empresarios en estos siete años han considerado que el incremento debe estar en 3% (2011); 4,75% (2012); 3,5% (2013); 3,3% (2014); 4,5% (2015); 6,8% (2016); y 7% (2017).
Mientras que las centrales obreras han tenido cifras muy por encima, incluso con diferencias de hasta cinco puntos con las de los dirigentes gremiales. Por ejemplo, en 2011 propusieron 7%; en 2012 estudiaron la posibilidad de 8%; para 2013 la cifra fue 7,85%; en 2014 esperaban 8%; en 2015 fue 9,5%; en 2016 la apuesta era 11%; y para 2017 fue 12%.
Si se comparan estas cifras con el incremento que se fijó para cada año (ver gráfico), hay tan solo una diferencia de un punto por encima de las apuestas que hicieron en su momento los empresarios. Por su parte, la brecha del mínimo establecido en cada periodo con la propuesta de los sindicatos es de 4%.
Óscar Rodríguez, director del observatorio laboral de la Universidad Nacional, comentó que “en casi todos los años el Gobierno ha fijado por decreto el salario mínimo, y las cifras de los empresarios se acercan más a lo que genera estabilidad en el mercado laboral, porque si el salario incrementa por encima de lo que se debe puede llevar a una tasa alta de desempleo”.
“La productividad es un insumo fundamental para las discusiones y de allí la importancia de que el DNP y Hacienda se pronuncien con prontitud sobre este particular”.
“Los empresarios con cifras bajas y los sindicatos con algunas expectativas no se ponen de acuerdo, por esto el Gobierno termina fijando por decreto el aumento”.
¿En qué va la discusión?
La única propuesta hasta el momento es la de los sindicatos y la recomendación de Anif. Por el momento, los gremios están esperando una mayor claridad en inflación y la cifra de productividad que debe establecer el Departamento Nacional de Planeación (DNP), la cual, según el director de la entidad, Luis Fernando Mejía, será publicada en las próximas dos semanas.
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