Cúcuta, Sincelejo y Riohacha encabezan los indicadores de mayor informalidad laboral

“En el norte del país hay un deterioro significativo del empleo industrial y agrícola lo cual aumenta la informalidad y el rebusque”, dijo Mario Valencia, vocero de la red Justicia Tributaria. 

La tasa de informalidad en Colombia se ubicó en 47,3% en los tres primeros meses de 2016. Para el mismo periodo de 2015 era de 48,3%, por lo que el dato es la tasa más baja registrada desde 2007 para el primer trimestre.

Las ciudades que tuvieron la más baja proporción de ocupados informales fueron Medellín  con 40,4 %, Bogotá con 41,6 % y Manizales 43,8 %. 

“La consecuencia de la informalidad es la ausencia de estabilidad laboral y de seguridad social”, añadió el economista Valencia, quien insistió sobre el hecho de que 67% de la población en edad de trabajar está sin empleo al sumar la población desempleada, la informal y la inactiva. 

En términos de seguridad social se evidencia que en el primer trimestre de 2016 la mitad de la población ocupada (49,6%) no cotiza pensiones, mientras que los afiliados en salud alcanza 92,9%. De igual manera, 57,3% del total de la población ocupada pertenece al régimen contributivo o especial como aportante, mientras que en 2015 fue de 55%. 

Otro de los informes especiales presentados por Dane mostró la situación laboral de los jóvenes de 14 a 28 años. Según la entidad el desempleo que se había ubicado por debajo de 16% en los últimos trimestres, llegó a 18% entre enero y marzo de 2016. 

Llama la atención que la rama de actividad en la que más aumentó la presencia de los jóvenes es la de explotación de minas y canteras, suministro de electricidad, gas y agua e intermediación financiera. Además hubo menos jóvenes jornaleros y peones, y subió el número de obreros y empleados en los tres primeros meses del año. 

Sin embargo, la rama de actividad económica que concentró el mayor número de ocupados jóvenes fue comercio, hoteles y restaurantes con 29,4%. 

El sector que más contribuyó a la variación de la población ocupada joven fue el de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler con 0,6 puntos porcentuales, seguido de comercio, hoteles y restaurantes con 0,5, otras ramas contribuyeron con 0,3.

El informe evidencia que las actividades del agro no conquistan a los jóvenes pues esta disminuyó 1,2 puntos.

La tasa de desempleo para las mujeres jóvenes es casi el doble de la de los hombres, ya que para los tres primeros meses del año la tasa femenina juvenil se ubicó en 23,8% y para los hombres fue de 13,5%. 

“Los jóvenes tienen menor experiencia y menor productividad. Tienen unos ‘salarios de reserva’ por lo que viven en la casa de los papás y no tienen la urgencia económica de ir buscar trabajo”, sostuvo Stefano Farné, director del Observatorio del Mercado de Trabajo y de la Seguridad Social Universidad Externado de Colombia. 

“Los jóvenes tienen también negligencia de aceptar los bajos salarios que les ofrecen”, concluyó el profesor. Por ahora el panorama no es alentador para los jóvenes aunque la informalidad se está corrigiendo.

“En el norte del país hay un deterioro significativo del empleo industrial y agrícola lo cual aumenta la informalidad”.

La participación laboral de los hogares 
La tasa global de participación de los hogares colombianos está dominada por los jefes de hogar, con 80,6%, seguido de los cónyuges, con 60,2%, los hijos, con 50,8% y otros miembros del hogar,  como nietos, otros parientes y no parientes del jefe del hogar, entre otros, con 52,2%. 

Los que sufrieron más el desempleo en los hogares fueron los hijos (17,7%), seguido de otros miembros del hogar (14,5%), los cónyuges (11,5%) y en último lugar los jefes de hogar (6,1%).

La opinión

Mario Valencia
Economista y vocero de justicia tributaria
“En el norte del país hay un deterioro significativo del empleo industrial y agrícola lo cual aumenta la informalidad”.