“Con microcréditos vamos a ser aliados del desarrollo rural en posconflicto”

Miguel Navas, presidente del Banco Agrario, entidad que está próxima a cumplir 15 años en el mercado, habló con LR entre otras cosas, de la importancia del fortalecimiento del microcrédito para apoyar el desarrollo rural en la etapa de posconflicto.

¿Se están preparando para el posconflicto?
El posconflicto es un momento histórico que le abre grandes posibilidades al desarrollo rural y es clave que tenga un capital físico que le permita a las economías campesinas ser competitivas, no solo se puede desarrollar la agroindustria.

¿Cuál debe ser el cambio?
Hoy son muchas las carencias en el espacio rural, no solo de infraestructura y de autoridad, sino de bienes básicos y la única manera de hacer competitivas a las economías campesinas y la agricultura familiar es a través de una estrategia integral; por eso hablamos de un enfoque de desarrollo en el que no nos limitamos a dar créditos para proyectos productivos, sino para mejorar las condiciones de desarrollo rural.

¿Cómo lo lograrán?
El desarrollo rural requiere ir más allá de las lógicas financieras. El pequeño agricultor está sometido a contingencias climáticas agropecuarias, cambios abruptos en los mercados, carencia de infraestructura e inestabilidad de precios y eso lleva a que sea una condición de altísimo riesgo.

¿Hacia dónde apuntan?
Ese viraje del que le hablo es lo que nos va a permitir incursionar en infraestructura rural, centros de acopio y procesamiento, distritos de riego y centrales de abasto, todo lo que hace el sistema de valor agregado y las cadenas productivas.

¿Y con respecto al agro?
Hemos venido profundizando las intervenciones en el ámbito rural diseñando instrumentos créditicios que respondan a las necesidades y demandas de los pequeños productores. Un ejemplo de ello es la tarjeta de crédito para agroinsumos, además estamos trabajando en el modelo de compra masiva de estos bienes.

¿Qué ha pasado con los microcréditos?
88% de las operaciones del agro las atiende el banco y la mayoría son de microcrédito. En valor, nosotros tenemos casi 50% y las entidades comerciales el otro 50%, eso quiere decir que nosotros estamos concentrados en los pequeños. En el microcrédito agropecuario somos los líderes en el mercado, estamos en 62% o 63% y somos el banco que más conocimiento tiene del sector.

La Banca Agropecuaria tiene a su vez dos grandes segmentos que son lo pequeños créditos, lo que llamamos microcréditos que suman cerca de 885.000 obligaciones por un monto de $7,2 billones hasta este semestre.

¿Qué hacen en este frente?
Nuestra área de microfinanzas es muy fuerte, al día de hoy tenemos 134.000 obligaciones por un monto cercano a los $200.000 millones.

¿Cómo se ha transformado la entidad en 15 años?
El banco está incursionando en otros sectores como el de financiar infraestructura nacional, como la oferta de créditos para las concesiones de 4G, para esto hicimos una alianza con la Financiera de Desarrollo Nacional para ir juntos en la financiación de los proyectos de concesiones.

¿Cuáles son los nuevos retos?
Hemos identificado 16 metas en un programa que diseñamos hace varios meses con un horizonte que es convertir al banco en el gran aliado del desarrollo rural. Nuestra agenda interna incluye un cambio tecnológico acelerado que es el que caracteriza este sector. Podemos ser una entidad de respuestas rápidas. El mundo rural está muy poco bancarizado. Nosotros tenemos 743 oficinas en 720 municipios y más de 7.000 co-rresponsales bancarios, cubrimos cerca de 95% del total del territorio.