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Panelistas destacaron que las no convencionales son fundamentales para mejorar la competitividad del país.
En el panel 'Transición Energética, Realidad Global y Desafíos en Colombia', María Fernanda Suárez, ministra de Minas y Energía, Jason Klein, vicepresidente de Transición Energética para las Américas de Shell y Adnan Z. Amin, director emeritus de la Agencia Internacional de Energía
Renovable (Irena) dieron a conocer su visión sobre cómo están avanzando las energías renovables en el país.
El director de Irena destacó, en un primer lugar, la situación de Colombia y la transformación que está viviendo el país en materia de incorporación de este tipo de energías. "Pasar de 50 a 2.500 megavatios muestra las enormes oportunidades que tiene Colombia. Es un territorio con un alto potencial para las no convencionales, y eso ya se ve con las subastas que se han hecho este año", dijo Amin.
La ministra, por su parte, añadió que uno de los principales logros de esta subasta es que se logró reducir en 30% el costo de energía. "Y eso es una señal que no solo va a representar desafíos para toda la canasta energética, sino también vendrán retos en competitividad", dijo Suárez.
Se aclaró igualmente que hay si bien hay vulnerabilidad al cambio climático, se deben seguir los modelos que está trabajando Francia, o países como Chile, los cuales han logrado hacer una buena gestión en materia energética.
De hecho, frente a este tema, el vicepresidente para las Américas de Shell destacó que este tipo de energías le permiten a los países lograr mayor competitividad. Todo debido a que los procesos son mucho más eficientes, libres de emisiones y de mayor equidad.
En la discusión Suárez recordó que ya se sacó adelante una Ley de Movilidad Eléctrica, en la que se quiere dar un mayor impulso al desarrollo de vehículos eléctricos y gas. No obstante, el director de Irena aclaró que en algunos países ha funcionado, pero que en otros se necesitan más incentivos tributarios.
Por último, los panelistas aclararon que Colombia va por el rumbo correcto, pese a que aún se debe trabajar con el sector privado para que pueda visibilizar los efectos de la transición energético.
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