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La incorporación de la tecnología, junto con el aumento del uso de dispositivos electrónicos, ha ocasionado que los libros electrónicos creen un nuevo ecosistema para editoriales y lectores.
Aunque el mercado del libro electrónico anglosajón va más adelante que los mercados latinos, en los últimos dos años ha habido un importante incremento en publicación de libros y títulos registrados que indican la realidad del avance de los soportes electrónicos.
La Cámara Colombiana del Libro, responsable de la asignación del ISBN en el país, ha registrado desde 2008 un aumento en los títulos digitales, gracias a las facilidades para la autoedición y publicación de obras a través de Internet y otros medios digitales, pasando de 709 registros en 2008 a 1992 registros en 2012.
Ante este panorama, la industria editorial enfrenta el reto de alcanzar las expectativas del público en estos nuevos formatos y los autores colombianos cuentan con una puerta abierta a difusión del conocimiento y la conquista de nuevos mercados a través del incentivo del libro electrónico.
Es fundamental que empresas y autores hagan la transición de los productos impresos a los formatos digitales, con el objetivo de llegar a más consumidores y nuevos mercados. Estas transformaciones representan para la industria colombiana una gran oportunidad, pues pueden generar nuevos contenidos a un precio mucho menor y venderlos a los lectores hispanohablantes de todo el mundo.
El gobierno colombiano, ya apuesta por iniciativas que capacitan sobre tendencias digitales y oportunidad de vender en el exterior. No obstante, menos de 10% de los autores en el país tienen la posibilidad de publicar sus libros con una casa editorial. El 90% restante que cuenta con la capacidad de generar contenido publicable a través de las plataformas electrónicas, genera una gran área de oportunidad y hasta un ancla de posicionamiento del conocimiento colombiano en el mundo de habla hispana.
Precisamente, las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías, para comercializar productos editoriales en el exterior, ya vienen siendo aprovechadas por los empresarios colombianos gracias a la facilidad de costos y las alianzas con distribuidores en otros países.
En América Latina existen plataformas de autopublicación digital, un ejemplo de ellas es Yo Publico, que le permite a un autor convertir su obra en e-book y distribuirla en miles de tiendas en tan solo pocos pasos, aprovechando el poder que tiene el e-book, expresado en un menor precio y opciones de incluir mucho más contenido de valor como videos, música, links externos, animaciones, publicidad, etc.
El sector editorial en español cuenta con unos 500 millones de hispanohablantes en el mundo, de los que 420 millones son nativos, además de ser el segundo idioma más usado en el mundo, después del inglés. Una oportunidad nada despreciable para generar contenidos electrónicos.
El libro cambia de soporte e impone un nuevo escenario con nuevas exigencias para mantenerse vigente. Por lo pronto, ya se observan los beneficios de la masificación del libro electrónico: un menor precio y una mayor circulación. Pero cambios inician y hay un inmenso territorio por descubrir.
Libros de comercio tienen registro electrónico
Mediante la expedición del Decreto 805 de 2013 el Gobierno Nacional autorizó a los comerciantes para llevar los libros de comercio en archivos electrónicos, ”siempre que se garanticen en forma ordenada la inalterabilidad, la integridad y seguridad de la información así como su conservación”. Los libros se inscribirán en las Cámaras de Comercio a través de los servicios registrales virtuales habilitados.
