El sector agro no será el único que pasará una cuenta de cobro gracias a los paros. Los edificios en las principales ciudades empiezan a pasarle factura a las aseguradoras por cuenta de los vidrios rotos, los robos, los grafitis en las paredes, las vallas de contención, etc. La lista es larga. Solo en Bogotá los costos del Palacio de Justicia se acercan a los $80 millones. Y esto es lo que cuesta volver a pintar y reponer en un solo edificio.