En Holanda hay más bicicletas que personas, no solo es el medio de transporte predilecto, sino también el objeto de deseo para muchos. El rey holandés Guillermo-Alejandro (1967) no es la excepción y durante la inauguración de la fábrica de la firma Gazelle, en la localidad de Dieren, no resistió las ganas y se montó en un prototipo de bicicleta eléctrica de la compañía.