Asistir a los grandes eventos de las esperadísimas semanas de la moda de París o Milán es una de esas experiencias que generalmente se diría que “no tienen precio”. Sin embargo, gracias a la subasta benéfica del Watermill Center, un centro neoyorquino dedicado al fomento de jóvenes artistas, tener un asiento en primera fila en las grandes pasarelas europeas tiene un precio que ronda los US$25.000. (MC)