Colombia pasa por un súbito optimismo por dos motivos: el inicio de nuevas negociaciones de paz y el excelente desempeño de la Selección Colombia. Y algo tienen en común. Al parecer, la prudencia y distancia con la prensa permite a los actores (Pékerman y negociadores) ser más efectivos. Y que en ambos campos, cada cuatro años, nos ilusionamos con alcanzar la mayor meta (el Mundial y la paz). ¿Será que esta vez sí?