Alfonso Albaisa es el jefe de diseño de Infiniti Motor Company, una empresa japonesa del mundo automotor. Él se declara cubano americano, y aunque nunca había pisado la isla, sus padres nacieron en ella y salieron en 1962, luego de vender un Rolex. Por eso, para Albaisa Cuba era una obsesión y fue el primero en llevar un carro norteamericano a La Habana tras 58 años.