Los escándalos de infidelidad en los altos círculos de Washington siempre tienen a los mismos ganadores. Entre ellos está Abbe Lowell (1952), el nuevo abogado de Jill Kelley, la mujer involucrada en la destitución del director de la CIA, el general David Petraeus (1952). Lowell fue quien representó a Bill Clinton (1946) en su caso contra Mónica Lewinsky y al senador John Edwards (1953), cuando fue infiel a su esposa.