El presente de Odebrecht está lejos de simbolizar el del emporio constructor y de ingeniería que fue. A pesar de que la compañía decidió ofrecer disculpas a los peruanos, en donde pagó hasta US$7 millones para quedarse con la Línea 1 del Metro de Lima, el presidente de ese país, Pedro Pablo Kuczysnki (1938) dijo que la constructora deberá vender sus proyectos por sus problemas de corrupción, por lo que les pidió arreglar con la Fiscalía. (GF)