MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Quienes se dedican a la comercialización de la leche saben que una etapa clave en la cadena productiva es el periodo de enfriamiento del producto para su adecuada conservación. En este punto, los productores buscan tanques cada vez más optimizados, en donde temas como la capacidad de almacenamiento y los avances tecnológicos que permitan automatizar algunas decisiones, son aspectos claves a la hora de adquirirlos.
Por un lado, en materia de leche que se contiene, los modelos han venido mejorando, y se encuentran desde 500 a 12.000 litros en el mercado.
Dentro de estos, hay dos opciones: abiertos (de 150 a 3000 litros) y cerrados (de 1000 a 12.000 litros).
Por su puesto, cada uno tiene unos requerimientos diferentes de instalación para garantizar la seguridad del equipo.
“Lo importante es aumentar la capacidad de guardar ordeños, para ser más eficientes. Pero, eso depende del número de animales”, destacó Andrés Romero, zootecnista, quien agregó que la raza del ganado también es determinante, porque hay ejemplares más dispuestos para producir leche que otros.
Y no está de más destacar que hay que calcular la frecuencia de recolección de la leche, con el ritmo en el cual se entrega al camión recolector del lácteo, porque podrían no ser necesarios tanques de gran magnitud.
En cuanto a la automatización de los procesos, hay modelos que permiten tener un control de temperatura electrónico más preciso y programación automática del motor agitador para una buena homogenización del producto.
Otros Aspectos
Adicional a la capacidad y automatización, hay otros aspectos claves a tener en cuenta a la hora de comprar un tanque. Entre ellos se encuentran el aislamiento, la agitación de la leche, la potencia de enfriado, las tolerancias aceptables en las mediciones de cantidad de leche, la calibración y que esté hecho en acero inoxidable.
Este último aspecto en particular, hace que sean útiles para el depósito de cualquier otro líquido como agua, zumos de frutas, miel, vino y cerveza, entre otros.