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Una nueva zona franca se empezará a construir en los próximos días en el municipio de Chiquinquirá, Boyacá. Costará más de US$10 millones y la idea de este nuevo lugar comercial, según explica Carolina Chitiva, miembro de la junta directiva de la Zona Franca de Chiquinquirá, es entregar facilidades para la comercialización de productos agroindustriales de la zona.
En diálogo con LR, Chitiva dijo que los que se verán más beneficiados con la construcción de este espacio serán los campesinos de la zona, quienes tendrán una ventana para la comercialización de los productos agroindustriales en el escenario internacional a través de la entrada en vigencia de los Tratados de Libre Comercio (TLC).
¿Cómo ha sido el proceso para la construcción de este proyecto?
Empezamos el proyecto hace 5 años, en diciembre de 2010 nos sale la declaratoria de la zona franca por parte de la Dian, este año conseguimos la licencia de urbanismo y hace unas semanas obtuvimos la licencia por parte de la CAR. Ya nos dieron también la licencia de servicios de operaciones. Con eso proyectamos empezar la construcción en los próximos días.
¿De cuánto es la inversión total de la iniciativa?
Todo el plan que tenemos está pactado en cerca de US$10 millones. Pero se deben sumar todos los esfuerzos que haga cada uno de los inversionistas que estén dentro de la zona franca. Eso sería algo cercano a los US$300 millones.
¿Qué diferencia esta zona franca de las demás que operan en la región?
La Zona Franca de Chiquinquirá es un modelo de intervención rural que estamos implementando. Somos diferentes a las demás porque no estamos esperando construir y vender bodegas sino lo que pretendemos hacer es ligar toda la cadena productiva de los productos agroindustriales. Vamos a asociar al campesino con las industrias y la comercializadora nacional e internacional.
¿Cómo va a funcionar la Zona Franca de Chiquinquirá?
Los campesinos van a ser parte del usuario industrial. Ellos se van a instalar dentro de la zona franca y allí van a trabajar en la conversión de la materia prima que recogen de Chiquinquirá.
El producto terminado se va a comercializar en Bogotá, Tunja y Bucaramanga, que son grandes centros de consumo que contempla la primera fase. Para la segunda fase, pensamos en exportar esos productos aprovechando el marco de los TLC vigentes y por firmarse.
Esta es la única zona franca montada con una plataforma multiempresarial.
¿Por qué decidieron apostarle al sector agroindustrial de la región?
Nosotros vimos en la región un potencial muy grande de productos agrícolas, sobretodo la producción de leche, que en Chiquinquirá se producen 1,2 millones de litros diarios, 600 toneladas de tomate a la semana y muchos de estos productos se pierden en la intermediación. El intermediario es el que realmente gana de esta problemática.
Entonces en lo que estamos es en abarcar 43 municipios, del sur de Santander y el norte de Cundinamarca. Todos tienen un potencial muy importante, por eso nace esta zona franca.
Oportunidades con la entrada de los TLC
Según explicó la vocera de la nueva Zona Franca de Chiquinquirá, Carolina Chitiva, con los nuevos acuerdos firmados, los campesinos de la región podrán poner sus productos afuera del país. “La Zona Franca de Chiquinquirá se verá muy beneficiada con todos los tratados de libre comercio que entren y que están en vigencia porque los campesinos dejarán de producir solamente la materia prima y empezarán a agregarle a sus productos un valor agregado. En nuestro proyecto, que cuenta con esta característica del valor agregado, los productores se verán beneficiados con la posibilidad de vender sus insumos por fuera de Colombia”.
