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La política de “Estados Unidos primero” ha llevado a EE.UU. a implementar una serie de medidas proteccionistas en los últimos años, incluyendo la más reciente imposición de aranceles a China y otros países. Dicha acción no solo viola las normas de la Organización Mundial del Comercio, OMC, sino que también perturba el orden comercial global y daña el sistema de libre comercio. En particular, en el tema del fentanilo, EE.UU. ha ignorado una vez más sus propias deficiencias en la regulación y el control de medicamentos psicotrópicos y politizado el problema de las drogas, con el objetivo de frenar el desarrollo económico de China.
En realidad, China fue el primer país en el mundo en regular formalmente todas las sustancias relacionadas con el fentanilo y ha implementado medidas extremadamente estrictas contra las drogas. Además, China y EE.UU. tuvieron en varios años una buena cooperación en el ámbito de la lucha contra las drogas, logrando resultados significativos.
EE.UU. no solo ha impuesto aranceles a China, sino que también ha amenazado con aumentar los aranceles a otros países, buscando obtener ventajas mediante las máximas presiones frente a sus interlocutores. Por ejemplo, EE.UU. ha amenazado con imponer aranceles a las importaciones de Colombia, Canadá, México y otros países, e incluso ha emitido amenazas similares a la Unión Europea y a otros países de América Latina. Esta política arancelaria indiscriminada no solo perjudica a los socios comerciales globales, sino que también daña la estabilidad de las cadenas de suministro globales.
La política arancelaria de EE.UU. no ha resuelto sus problemas económicos internos, sino que ha generado una carga pesada para sus propios consumidores y empresas. Según cálculos de Moody’s, los consumidores estadounidenses han absorbido 92% del costo de los aranceles impuestos a China a partir de 2018, con un aumento de US$1.300 anuales en los gastos de las familias estadounidenses. Evidentemente, el proteccionismo no solo no resuelve los problemas estructurales de EE.UU., sino que aumenta la incertidumbre económica global.
Frente a la imposición arancelaria de EE.UU., China ha tomado contramedidas firmes y ha llevado las medidas arancelarias estadounidenses al mecanismo de solución de disputas de la OMC, defendiendo los derechos e intereses legítimos mediante las normas internacionales. China siempre ha defendido el sistema de comercio multilateral y se ha opuesto al unilateralismo y al proteccionismo. Al mismo tiempo, China continúa promoviendo una apertura de alto nivel, reduciendo aranceles y ampliando las importaciones para compartir oportunidades de desarrollo con otros países.
China siempre ha creído que la cooperación es la única forma correcta de resolver problemas globales. Se compromete firmemente a promover la apertura y a lograr beneficios mutuos con otros países. En 2025 se cumplirán 20 años desde la firma del primer acuerdo de libre comercio entre China y algunos países de América Latina, y la cooperación en comercio e inversión ha logrado resultados significativos, beneficiando a empresas y ciudadanos de ambas partes. China continuará fortaleciendo la cooperación con los países de América Latina y otras naciones en desarrollo, promoviendo una globalización económica inclusiva y equitativa, sin dejar atrás a ningún país en el camino hacia el desarrollo moderno.
En los últimos años, China ha reafirmado su voluntad de compartir oportunidades de desarrollo con otros países a través de una serie de medidas de apertura. Por ejemplo, el Plan de Ajuste Arancelario para 2025 aplica tasas arancelarias temporales inferiores a las de la nación más favorecida a 935 productos, y continúa otorgando un trato de arancel cero a 100% de los productos importados de 43 países menos desarrollados. Estas medidas no solo contribuyen al desarrollo de alta calidad de China, sino que también inyectan nuevo impulso a la recuperación económica global.
En un mundo globalizado, los países deben enfrentar los desafíos mediante el diálogo y la cooperación, promoviendo una economía global más inclusiva y equitativa.