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Analistas 25/08/2016

Economía y deporte

Sergio Mutis Caballero
Presidente Grupo Valor
La República Más
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La economía mundial, en cuanto a industrialización se refiere, repunta con la concurrencia de los países líderes en este campo, conocidos de forma conjunta como G7, grupo compuesto por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Antes de 2014, Rusia hacía parte del denominado G8, pero fue retirada del mismo por su crisis con Ucrania. Se unen a esta selección de grandes potencias económicas China e India, que si bien no hacen parte del G7, tienen suficiente poderío como para pasarlas por alto.

Estos países, a la par de su gran influencia económica, cuentan con poderosas fuerzas armadas, infraestructura de última generación, reconocidas universidades e investigadores de primera línea, lo que coincide con la mayoría de los deportistas premiados en eventos internacionales, tal como se evidenció en las justas olímpicas que acaban de terminar en Brasil, país que pese a sus grandes controversias, mostró una cara amable de Suramérica al mundo.

Las mencionadas potencias lograron en conjunto 491 medallas en las Olimpiadas de Río, lo que denota una importante inversión en infraestructura deportiva, profesionalización de las escuelas de formación atlética y apoyo de los gobiernos al sector de la población que ha decidido hacer del deporte su medio de trabajo. Por su parte, Colombia, teniendo en cuenta su tamaño económico y poblacional, ocupó el honroso vigésimo tercer lugar, prevaleciendo sobre la mayoría de países de Latinoamérica, superada solo por Brasil, Jamaica y Cuba.

Si bien no estamos en la cúspide cuantitativa mundial, los colombianos que subieron al podio llenaron de júbilo a la nación, dando un respiro a las interminables noticias que cada día muestran un panorama con muchos retos por superar. El patriotismo y la solidaridad que despierta la condecoración de un colombiano frente al mundo entero, hace que la economía local se active, generando consumo de bienes y servicios y lo más importante, credibilidad en el país.

Ahora bien, así como las grandes potencias económicas obtuvieron la mayor cantidad de medallas olímpicas, nuestros deportistas más connotados provienen de las regiones del país con mayor concentración de riqueza e infraestructura; Mariana Pajón, Caterine Ibargüen, Sergio Henao y Yuberjen Martínez, son antioqueños; Oscar Figueroa, Yury Alvear y Jarlinson Pantano son vallunos; Nairo Quintana y Winner Anacona son boyacenses; James Rodríguez es Norte Santandereano, entre otros destacados representantes.

No obstante lo anterior, si bien las regiones de proveniencia de nuestros representantes están entre algunas de las más prósperas del país, la mayoría de estos deportistas no pertenecen a las clases sociales más favorecidas, ni han recibido el apoyo gubernamental que otros exponentes internacionales del deporte han tenido a disposición. Nombres y apellidos como Ibargüen, Yuberjen, Jarlinson, Nairo, Winner y James, se han hecho a pulso y hoy son reconocidos gracias a que por su esfuerzo personal, han llevado en alto la bandera del país.

El deporte une, solidariza y construye tejido social y los triunfos generan un impacto positivo incluso en la economía. El potencial deportivo que tiene el país requiere de mayor inversión en infraestructura que permita la práctica profesional de las diferentes disciplinas, lo que conlleva a acrecentar la oferta de bienes y servicios asociados al deporte, la posibilidad de obtener inversión privada para fomentarlo y la visibilización internacional del país.

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