Al banquillo

El presidente Gustavo Petro, el domingo pasado recibió mensaje de tatequieto y su alianza política Pacto Histórico obtuvo derrota electoral. El populismo y el desgobierno fue el gran perdedor en el reciente veredicto democrático.

En alusión a mi columna pasada, ciertamente los electores aprovecharon la oportunidad eligiendo líderes fuertes locales, que conforme nuestra constitución política, especialmente la autonomía regional (C.P. Art 287), se vislumbran como contrapeso democrático al gobierno nacional, además con un claro giro político y fuerte respaldo popular.

Gran número de jóvenes que ahora denigran de la inseguridad o no encuentran solución a la falta de oportunidades, viraron su apoyo, como lo anunció estudio de Cifras y Conceptos.

Ahora bien, algunas campañas regionales y especialmente de las principales ciudades, tuvieron resonancia y cubrimiento nacional, donde los resultados ratificaron el afecto a servidores que por el trabajo consagrado por sus regiones fueron elegidos, e incluso re elegidos como sucedió, entre otros, con los alcaldes de Medellín y Barranquilla Federico Gutiérrez y Alejandro Char, así como los gobernadores de Cundinamarca y Atlántico Jorge Emilio Rey y Eduardo Verano.

El triunfo de Alejandro Eder y de Jaime Andrés Beltrán en Cali y Bucaramanga, consolida mensaje de cambio. De igual manera, se hizo evidente el rechazo a personajes que siendo cercanos al presidente ó de estructura política desgastada, fueron derrotados con contundencia, como Gustavo Bolívar en Bogotá y Juan Carlos Upegui en Medellín.

En Bogotá, fue ganador Carlos Fernando Galán, demócrata con apego a la institucionalidad y con un conocimiento profundo de la ciudad región. Barrió además en Primera Vuelta. Enhorabuena.

Pues bien, la capital tuvo en contienda unos líderes y experimentados ejecutivos, que deberían permanecer para mejor futuro de la política. Alegró la campaña Juan Daniel Oviedo, quien, desde el Concejo, con soporte técnico de ciudad, va a contribuir con sus buenas ideas a mejorar la administración pública y por ende la calidad de vida de sus conciudadanos.

El exministro Diego Molano o el exdirector general de la Policía Nacional General Vargas, podrían ser parte del gabinete, por ejemplo, alguno como secretario de seguridad, su participación sería un grato sacrificio por Bogotá y Rodrigo Lara, quien además quedó con fuerza en el Concejo, podría ser gerente de importante entidad del distrito. Así su capacidad y preparación se mantienen al servicio público. Una forma de estar vigentes y de apoyar al alcalde electo, si a éste le suena esta propuesta. A lo que se le puede sumar la asesoría del carismático exalcalde Lucho Garzón, que generó apoyo en esta exitosa campaña.

El gobierno nacional está sometido a los principios de coordinación, concurrencia y subsidiaridad lo que, aunado al mandato popular de las elecciones pasadas, lo obliga a respetar la autonomía local y por sobre todo a apoyar las transformaciones que planteen en consenso estos nuevos liderazgos elegidos.