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El Dane reportó que el mes de septiembre registró una inflación de 0,29%. Este dato resultó ligeramente superior al previsto por los analistas (0,17%), pero igual a la cifra observada un año atrás. Con ello, la lectura de inflación se mantuvo estable en 2,27% anual, cerca del límite inferior del rango-meta de largo plazo del Banco de la República-BR (2%-4%). Sin embargo, la inflación subyacente se redujo a 2,36% anual (vs. 2,46% en agosto) con lo cual se acentúa la probabilidad de tener una inflación cercana a 2,5% al cierre de 2013. Además, la inflación de alimentos continuo bastante controlada, a pesar del Paro Nacional Agrario (PNA) del mes de agosto, aumentándola levemente a 2,05% anual (vs. 1,77%).
A nivel microsectorial, la inflación de septiembre se incrementó principalmente en los grupos de vivienda (0,49%), alimentos (0,38%), salud (0,31%), educación (0,14%), diversión (0,11%) y transporte (0,08%). La deflación se manifestó en el grupo comunicaciones (-0,04%). Por su parte, el IPP registró una variación mensual de -0,16%, dejando el registro anual con una deflación de (-1,33% anual).
En el plano local, el PIB-real de Colombia se expandió a un tasa de 4,2% durante el segundo trimestre de 2013, cifra superior a la esperada por el consenso de analistas (incluyendo a Anif) e incluso por el BR (ambas cercanas a 3,5%). A pesar de este inesperado rebote del segundo trimestre, las debilidades estructurales a nivel sectorial continúan siendo de bulto, con recuperaciones que muestran debilidades incluso frente a las cifras del segundo trimestre de 2012: en industria (+1,2% en el segundo trimestre de 2013 vs. +0,1% en 2012) y en construcción (+6,4% vs. +12,1%), así como crecimientos en el agro que no van acompañados de adecuadas rentabilidades y de allí el PNA. De hecho, la expansión acumulada durante el primer semestre del año 2013 tan sólo llega a 3,4% anual, confirmando la desaceleración frente al 5,4% del primer semestre de 2012.
A nivel externo, la Fed anunció la postergación del programa de recortes de liquidez. Para su postergación, tuvieron en cuenta las debilidades en las perspectivas de crecimiento globales y locales (bajando su pronóstico a cerca de 2% en el caso de Estados Unidos), al tiempo que las recientes reducciones en la tasa de desempleo (llegando a 7,3% al corte de agosto) han obedecido a menores tasas de participación y no a una buena generación de puestos de trabajo.
Esta postergación del accionar del Fed ocurre en un escenario de: i) menores crecimientos, tanto en el mundo desarrollado como en los países emergentes (América Latina estará más cerca de 2,6% que del esperado 3,5%); y ii) menores devaluaciones de las monedas emergentes frente al dólar, despejando las eventuales presiones inflacionarias y el riesgo de pass-through. La paralización fiscal que ahora enfrenta los Estados Unidos, por cuenta de una absurda pugna política bipartidista, jugará en contra de la esperada recuperación y postergara aún más el esperado “tapering” por parte de la Fed.
En su pasada reunión de septiembre, la Junta Directiva del BR decidió, por unanimidad, mantener inalterada su tasa de intervención en 3,25%. Sin embargo, el análisis técnico evidenciaba un espacio marginal para haber reducido la tasa repo-central de 3,25% a 3%, desde el mes de junio de 2013, dada la holgura en las brechas de Producto e inflación. Infortunadamente, el momento para haber actuado en esa dirección parece haberse agotado, a pesar del buen desempeño inflacionario antes comentado, y de las debilidades esperadas en el tercer trimestre de 2013, donde Anif pronostica un crecimiento de 4% anual, con base en su ALI.
En síntesis, la inflación de septiembre continuó registrando niveles estables (2,27% anual) y los anuncios de postergación de las reducciones en liquidez por parte de la Fed habían abierto una “ventana de oportunidad” para haberle dado otro empujón a la política monetaria contra-cíclica. Sin embargo, la Junta del BR (ahora por unanimidad) desaprovechó dicha oportunidad y todo parece indicar que nos iremos con una tasa repo de 3,25% de aquí hasta el mes de marzo de 2014, en medio de una elevada incertidumbre global y local. Anif, balanceando toda esta información global y local, ha optado por mantener sus pronósticos de crecimiento del PIB-real en 3,8% para este año 2013 y en 4,5% para 2014, esperando que el haber desperdiciado dicha oportunidad, de acentuamiento de la política monetaria, no nos vaya a pasar su cuenta de cobro en los próximos meses.